Zootopia Tank Police (completa)

Un gato con un plan

ZOOTOPIA TANK POLICE

Capítulo 7: Un gato con un plan

Judy estaba en uno de los depósitos del cuartel de policía, frente a ella se encontraba los restos de lo que una vez fue el enorme tanque verde del jefe Bogo, ahora no era más que un montón de chatarra.

―Judy, ¿estás aquí? ―preguntó Key.

―Hola, Key... ¡cielos!, ¡¿qué te pasó?!

El apuesto gato negro tenía hinchado el parpado derecho, se notaba que había recibido un golpe en ese lugar.

―¡No me digas que ese estúpido búfalo te golpeó!

―Tranquila, no es lo que tú piensas. Todo el batallón de la policía tanquista se enfrascó en una muestra más física de camaradería, sucede algunas veces cuando se acumula mucha tensión, al final, todos se sienten más relajados y ayuda como te dije a afianzar los lazos entre compañeros.

―Eso es tan..., absurdo ―decía Judy―. Aunque pensándolo bien, me viene a la mente mi infancia con mis hermanos.

»No había campo para ser delicada por allí. Supongo que por eso soy como soy y decidí ser policía, mi sueño siempre fue conducir uno de esos tanques..., el poder, la potencia, ¡todo!

»Disculpa, supongo que no te debo parecer como alguien de mi raza y tamaño, aunque eso nunca me pareció un obstáculo para alcanzar mis metas.

―Pues a mí me pareces muy femenina.

―A mí también me pareces muy femenina ―le decía la coneja con una mirada sarcástica.

―Ouch, eso dolió.

―Eres fácil de molestar con esa carita que tienes, sin mencionar ese apellido, subcomandante Key Keyhearth.

―Chistosita, miren quien habla de apellidos, oficial Judy Hoops.

―Ouch. ¿Por qué los padres no se cambian de apellido? ¿No ven que sus hijos pueden sufrir bullying en el colegio?

―Al menos a ti te tocó un nombre normal, a mí mi mamá me puso K EY.

Pese a que no se lo propuso, Judy empezó a reírse, pero se detuvo cuando Key se acercó donde ella, tan cerca, que violaba su espacio personal.

―Con esa linda carita tuya, apuesto a que también tenías problemas en el colegio, ¿o tus hermanos hacían de guardaespaldas?

―Lo hacían, le rompían la cara a cualquier idiota que se me acercaba demasiado y trataba de flirtear conmigo ―mentía Judy, mientras con su dedo índice clavado en el pecho del gato, alejaba a su interlocutor.

Los dos policías se miraban fijos con una sonrisa de desafío en los labios.

Key decidió ser el caballero y fue el primero en desviar la mirada, no hacia abajo, sino que fijó sus enormes ojos a la pila de chatarra.

―No lo lograré, Key, ¿cierto?

―Con lo burocrático que es pedir un nuevo tanque, no lo creo. Aunque hay una solución.

―¿En serio? ¡Dime!

―Pues que esta chatarra es eso mismo, chatarra. La ventaja que no necesitamos montón de papeleo y tiempo de espera para transformar todo esto en un tanque que puedas operar antes de que se cumpla el tiempo que te dio Bogo.

―¿Crees que podemos transformar todo esto en un tanque?

―¿No que egresaste como la mejor de tu clase, oficial Hoops? Seguro podrás hacerlo, además, no pienso dejarte sola, yo también te ayudaré, después de todo, yo también fui el primero de mi clase.