El primer encuentro

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El patinaje es un deporte que irradia belleza, tanto delicadeza como fuerza y sobre todo muestra el arte de transmitir sentimientos mientras te dejas llevar con la música. Pero antes de poder dejar sorprendidos a todos con tu danza sobre el hielo, primero debes poder permanecer de pie sobre él, para eso se debe practicar y no hay mejor lugar que el Campamento las 9 Musas, un campamento que tenía cede en Moscú, Rusia pero que tenía lazos y patrocinio internacional, a él acudían varios jóvenes con la intención de volverse profesionales en el deporte ya que tiene la fama de haber visto nacer a varias leyendas del patinaje.

El campamento abría en las vacaciones de verano, sus instalaciones eran de primera calidad contando con 2 pistas de patinaje básico de 20 x 45 metros, 2 pistas de patinaje intermedio de 25 x 50 metros y 3 pistas profesionales de 35 x 60 metros para aquellos que aspiraban a torneos de talla nacional y mundial, 2 enormes comedores para personas 75 cada uno con chef reconocidos, con 25 cabañas para albergar 6 personas en cada una de ellas con aire acondicionado y dos baños.

Era finales de mayo, las inscripciones iniciaban desde ahora, y un tierno niño japonés de 6 años con cabellos azabaches, unos ojos inocentes color chocolate y de un físico algo regordete estaba temblando mientras con entusiasmo metía su inscripción al buzón, una vez hecho eso regreso adentro de su casa.

-Yuri ¿Ya enviaste tu carta?-

-Y-Ya mamá- dijo con una enorme sonrisa

-Perfecto, bien ahora solo queda esperar-

-¿Cuánto debo esperar?- dijo mientras su mirada se desviaba a la puerta- ¿Crees que ya?-

Su madre soltó una leve risa al ver la poca paciencia de su pequeño- No Yuri, tendrás que esperar hasta finales de junio para saberlo, pero mientras vamos a desayunar-

-Está bien-

-Ve por tu hermana, debe estar en su cuarto-

-Hai-

Yuri subió las escaleras y toco la puerta esperando que le abrieran.

-Mari-neechan – repitió varias veces su nombre pero no abrían

Yuri empezaba a preguntarse si seguiría dormida, apenas eran las 8 de la mañana, y cuando estaba por desistir la puerta se abrió ferozmente dejando ver una joven de 13 años tapada con una sábana y una cara de pocos amigos.

- ¿Quién se atrevió a levantarme? -

-Y-Yo ...Y-Yo no...-

Atrapo al pequeño azabache entre sus brazos y lo envolvió con la sabana y volvió a la cama para dormir abrazada a él.

-M-Mari-neechan es hora de desayunar-

-No hables o te comeré a ti-

-Nooooo, ayuda-

-Te lo advertí-

Lo empezó a llenar de besos en las mejillas y comenzó hacerle cosquillas. Las risas llenaron el cuarto mientras su madre los graba desde la puerta.

-Oigan ustedes dos, me gusta como juegan, pero la comida se va enfriar-

-Todo es culpa de Yuri-

-No es cierto- dijo mientras hacia un puchero

-Yuri, ¿Sabes? Me dieron ganas de volverte a peinar con unos chongos-

-Nooooo- salió corriendo como si su vida dependiera de eso

-Como te gusta jugar con él, Mari-

-Bueno soy su hermana mayor, disfruto de aprovecharme de el-

Little Big LoveWhere stories live. Discover now