1- Sussan.

1.7K 88 9
                                    

Hace bastantes años comprendí que algo estaba mal, conmigo o con los demás. Además de tener un Él que me agobiaba desde que tenía trece años; cuando cumplí seis descubrí, accidentalmente, que tenía cierto tipo de ¿magia?, no sé si llamarle así, sería algo así como "un talento". Cuando entendí que no era algo "normal", decidí guardar silencio, ¿Quién diría que las películas de fantasía y ciencia ficción serian útiles?, de alguna forma me dieron ideas para manejar "mi talento". Conforme crecí, aprendí a controlarlo, a alejarme de las personas para que no lo notara y también descubrí un nombre óptimo para esa habilidad tan poco común. Poseía el talento de la magia elemental, si, podía controlar los cuatro elementos a mi antojo, bastante útil si lo preguntan.

Desde que Él llego, experimente situaciones poco comunes, temía a las mariposas blancas y en ocasiones hablaba sola. Bueno, no sola realmente, hablaba con Él. Cuatro años tenía, cuando llego a mi vida, siempre decía que dejara de hacer "magia" como Él lo llamaba, pero en ocasiones me resultaba simplemente difícil.

Hoy como otros días llegue al colegio, sin saber que ese día, por casualidad conocería a una gran amiga, alguien "especial", alguien que me entendería.

Estaba ya en mi asiento en espera del profesor, una chica de baja estatura, no muy delgada, tez morena, cabello con ondas en color negro, y una gran sonrisa dijo:

— ¿Es el libro de la película que está en cartelera? ¿Cómo se llamaba?

— ¿Asesinos del mar? —concluí.

— ¡Exactamente esa! ¡No tenía idea de que existiera un libro!

— Ayer vi la película.

— ¿Y? —Levante la ceja sin entender— ¿Son similares o no?

— Si, bastante, fue una buena adaptación pero...

— ¿Pero? —su emoción por el tema me causo risa.

— Pero el libro da más detalles, ya sabes incluso habla sobre las costumbres de las sirenas y el motivo por el que asesinaban a los marineros.

— ¡INCREÍBLE! ¿Te gustaría almorzar conmigo y mis amigas?, todas amamos la película.

— Claro.

— Soy Sara Hernández.

— Soy Sussan Genech.

— ¿Extranjera?

— Algo así, mi padre es británico.

— ¡Genial! Te veo en un rato.

La clase paso rápido, Diana, una compañera de Francés me saludo, dijo que era amiga de Sara. Llegamos a la mesa, Sara nos sonrió a ambas, trague saliva al ver que Ahiry una chica que ya había visto estaba incluida, sujetaba su cabello color chocolate en una coleta, usaba lentes de lectura, lo sabía porque tenemos Español juntas. Generalmente su sentido de la moda no era muy bueno y usaba tallas más grandes de las que necesitaba, eso me desesperaba ya que yo tenía una especie de adicción con: "el uso correcto de la ropa"; no es que sea una adicta de la moda y que este a la vanguardia, pero la ropa tiene su importancia; no sé realmente porque no me agrada, es algo raro.

Sara, Brenda, Diana y yo rápidamente nos sumergimos en temas relacionados a la película, vi de reojo a Ahiry, ella hacia letras extrañas ¿runas? Claro que no, deja de meterte en asuntos de los demás.

Después de una semana se convirtió en una rutina hablar con las chicas, Ahiry siempre se apartaba. Lo cual, de alguna forma agradecía.

Un jueves, al salir de clases Ahiry y yo nos quedamos en la parte de atrás, varios pasos alejadas de las chicas, de la nada una mariposa blanca muy grande comenzó a revolotear alrededor de Ahiry, ambas nos miraban con sorpresa. Las dos nos señalamos, pero pronto nos dimos cuenta de que lo señalado era algo externo, cada una teníamos una mariposa; sin decir una sola palabra nos dirigimos a unas bancas dentro de un parque cercano, ¿Qué rayos estaba pasando?

Después de eso un sinfín de acontecimientos nos hicieron grandes amigas, era realmente agradable hablar con alguien, obviamente no le comente sobre la "magia" que podía hacer, me resultaba algo aún más extremo, Él decía que tenía que seguir en silencio, así que lo acepte.

Él desapareció el día que Ahiry y yo salimos del cine. Sé que algo mas ocurrió, ¿Por qué?

Bueno, porque cuando abrí el armario, una pequeña hada apareció, si, una hada de verdad. Adicta a los caramelos de limón.

La noche que lo cambio todo fue al festejar mi cumpleaños con las chicas, después de separarme de Ahiry con una tipa llamada Tory, supe que una gran aventura estaba por ocurrir, no tenía miedo, todo lo contrario, esperaba lo mejor.

3-La historia que no fue contadaWhere stories live. Discover now