28- El libro.

403 47 2
                                    

Dos sujetos me tomar de los brazos obligándome a salir, pude ver la mirada de Zem, pánico, miedo, desconsuelo, lástima y preocupación.

Permanecí ahí durante todo el día. Al día siguiente Argrem me hizo ir a su despacho.

— Princesa del Sol. Escúchame bien, no arruinare todo lo que construí solamente porque te enamoraste de Zevulum. Si tu destino esta con Anthony, te casas con él. ¿Entiendes?

— Sí señor.

— Mañana vas a ir con Anthony y traerás a Ahiry, si quieres que Zevulum siga con vida.

— No matarías a tu propio hijo.

— Tengo dos. Tal vez ayude al destino.

— ¡Eso es cruel!

— Es más cruel lo que haces con Zevulum. Sé que no soy un padre ejemplar. Pero esos chicos, se tienen únicamente a ellos mismos. Estas haciendo que Zevulum vea a Anthony como un enemigo.

— Eso. No es verdad.

— Claro que sí. Zevulum odiaría a su hermano si estas destinada a él.

— Pero no lo sabemos. Existe una posibilidad.

— Posibilidad. Querida Sussan Nelie, el destino no deja espacio para la "posibilidad".

— Pero no conocemos el destino.

— Desde tu llegada, y después de lo que dijo el sabio. Investigue, arduamente. — dejo caer un libro grande, bastante viejo y empolvado.

— ¿Un libro?

— No quiero decírselo a mis hijos. Aún no. Quiero asegurarme de esto. Pero creo que tú podrías ayudarme.

Señalo una hoja, leí las letras ligeramente borrosas por el tiempo.

Si en alguna situación, tres hijos herederos de los Anwar, nacieran; tres princesas o príncipes bajarían del Sol y la Luna para cumplir su destino.

Si, una o uno de los destinados, muriese; existen dos teorías.

Las princesas cambiarían su destino uniéndose a los herederos mayores.

Si, uno de los herederos se encuentra casado. La princesa o príncipe, uniría su vida al mayor de los herederos restantes.

— Esto... ¿Mi destino se unió a Anthony?

— Así parece. Aún tengo dudas. No quería que ninguno se enamorara. Pero Zevulum confundió todo, él sabía que habías sido enviada para él, siempre fuiste tú, pero ahora es diferente, ahora podrías unirte a mi hijo mayor. Sabes que mi corazón es oscuro, no tengo "sentimientos" de alguna forma. No quiero que Zevulum sufra lo mismo. ¿Quieres romperle el corazón?

— No.

— Lo imagine. Ahora lo sabes. Me preocupan los tres.

— Si.

— Tienes una unión con la hija de la Luna. Es tu oportunidad de salvarla.

— La traeré. La librare de Meikel.

No te amo.

En todo el día Taily me explico el plan, al parecer estarían en Guadalajara, así que llegaríamos a su antigua casa, seguramente Ahiry querría ver su casa. Su antigua casa.

Al día siguiente me desperté temprano y aliste las cosas, baje las escaleras y me encontré con Zem.

— Hey —mi voz salió con desgano. Él tenía el rostro serio, firme.

— Escucha. Te diré lo mismo que a mi padre. No te amo, no me interesas y no te quiero. Soy hombre y fui presa del deseo. Nada más. Los cuentos de hadas no son reales. Definitivamente no es amor.

— Zem... Si es lo que tu padre te mando a decirme, sé que no es verdad...

— ¿Lo dudas?

— Sé que mientes, está bien pero... —sonrió burlonamente.

— Sólo porqué te besé, no significa que te amé.

— Zem...

— Puedo besar a cualquiera y nada pasaría, —una elfa de cabello azul grisáceo pasaba por del comedor a la biblioteca, Zem camino hasta ella, la sujetó por la cintura y la beso con pasión, con descaro, con deseo. Ella no se negó. POR SUPUESTO QUE NO SE NEGARÍA. Él la separó bruscamente dejándola desconcertada y regresó a mí.

— ¿Qué? ¿Se partió tu corazón? No seas ridícula, ¿cómo podría enamorarme de ti? Estoy enamorado del poder, del puesto que tiene Meikel. No seas un obstáculo para mí o a mi hermano.

Me dejó atónita. Caminaba con paso seguro y vacilante mientras yo me destruiría. Pieza por pieza. Sabía que era lo mejor, Zem estaba enojado, pero de alguna forma esto nos distanciaba aún más, pero con lo que Argrem me explico... supongo que está bien.

— ¿Lista?

— Si.

Llegamos a la casa que fue de Ahiry, por suerte estaba vacía, las fotos de la familia en la que un día vivió Ahiry estaban modificadas, con magia supongo, ella no aparecía. Los demás se quedaron en la parte de arriba, Taily y Anthony nos quedamos observando por la ventana. Finalmente el cabello color chocolate de Ahiry apareció, seguido de la presencia de quien supuse, era Meikel. No me sorprendió que fuera guapo, se parecía a Argrem, Anthony y Zem, pero sus ojos eran de un azul más profundo. No había duda, Anthony asintió.

Ahiry estaba en el jardín, se sentía nostálgica, no había duda. Anthony y Taily se colocaron detrás de mí, cubriendo su rostro con una máscara metálica, yo sujetaba la puerta lista para abrirla en el momento adecuado, Ahiry escucho los pasos y dirigió su mirada a la puerta.

— Deberíamos irnos Ahiry. —Dijo la voz de Meikel.

— Solo un momento.

Abrí la puerta y camine decidida, bajando los escalones que faltaban, Ahiry se dejó caer de rodillas en cuanto sus ojos encontraron los míos, algo se desbloqueó en su mente, me recordaba, sin saber porque.

3-La historia que no fue contadaWhere stories live. Discover now