Capitulo 2

50 8 0
                                    

White Summer, (Capítulo 2)

...

Ella era de una estatura algo baja. Tenía una piel blanca, en un tono pálido, que contrastaba de cierta con su pelo rubio, que se podría ver casi blanco de cierto punto. Su apariencia reflejaba frialdad por decir lo menos. Ella podría tener parecidos con los copos de nieve, metafóricamente.

-Y no te interesaba... -me dijo Robert a un lado mío.

-¿A que viene el comentario Hulse? -pregunté sabiendo que en este instante, su mente estaba quemando sus neuronas, fabricando pensamientos que carecían de sentido.

-Tú sabes a lo que me refiero -dijo codeándome.

-No, no se, por eso pregunto -dije mirándolo fijamente a sus ojos negros.

-Tampoco hace falta ponerse en ese plan Jimjam -me dijo- cambiando de tema, tu mamá me pidió que cenara con ustedes esta noche, creo que es un avance -dijo con ojos brillosos, a lo cual largué unas carcajadas.

-¿Todavía te gusta mi mamá? -pregunté aún riendo- ¿después de quince años?

-¿Quieres que ella lo escuche? Y no son quince, son trece -dijo enojado.

-Valla, hasta el tiempo lo vas contando -dije riendo.

Robert Hulse, o Bob, como lo solíamos llamar sus amigos cercanos, era un chico que se había ganado el título de ''hermano'' por mi parte. Éramos amigos desde hace unos catorce años aproximadamente, cuando él tenía unos cuatro y yo cinco. Nos habíamos conocido gracias a la amistad que mi mamá tenía con la suya, ya que ambas trabajaban en el mismo hospital, además de que sus padres, visitaban mucho a los míos, y un día se decidieron a traerlo. Desde ese día, nos habíamos vuelto inseparables. Aunque claro, como cualquier par de amigos, compartíamos ocasiones en las que nos llevábamos como perro y gato y, esta era una de ellas.

-No es gracioso -me dijo de brazos cruzados el castaño.

-Aja, pero hace un rato si lo era conmigo, ¿no es así? -pregunté con una de mis cejas levantadas.

-¿Sabes que? mejor me voy antes de que te pongas de arenoso -dijo mientras caminaba hacia la puerta, pero antes de salir me dijo- nos vemos a las ocho -y tras decir eso, se fue, y cerró la puerta.

-Claro -dije, aunque sabía que no me escuchaba.

Después de eso, me dio curiosidad saber que estaba haciendo mi vecina, así que volví mi vista a su ventana. Ella estaba organizando unos cuantos cachivaches en su tocador.

Debía de admitirlo, la chica había picado mi curiosidad de un modo u otro.

Denisse's P.O.V

-Listo -me dije cuando terminé colocar la mayoría de mi ropa en el armario- cierto, la mochila -en ese momento me recordé de mis objetos que consideraba importantes, los que siempre guardaba en mi mochila, donde no corrían el riesgo de perderse o romperse.

Agarré mi mochila, y puse las cosas que contenía dentro sobre la cama. Unos rollos, algunos paños que no había terminado, unas fotografías enmarcadas, un cuaderno de bocetos, un libro de partituras, una agujeta de 1.25 mm y por ultimo, mi cámara y su cargador. Objetos que del punto de vista de cualquier persona, eran inservibles; pero estos, prácticamente, narraban cada etapa agradable de mi vida, de esas que valía la pena ponerse a recordar de vez en cuando.

Puse cada objeto, de una manera que se vieran ordenados, sobre mi tocador, el único lugar de donde no los perdería de vista. Sin embargo, mi cámara y su cargador, las puse sobre una de las mesitas de noche, en la que estaba a un lado de la ventana.

Extrañamente, me sentía vigilada, o mas bien, observada. Mire hacia la puerta de mi habitación, pero esta estaba cerrada, así que voltee mi cabeza hacia la ventana, para encontrarme con la mirada del chico que al parecer vivía al frente; le sostuve la mirada todo el tiempo que nuestras miradas ''conectaron'', luego de unos segundos, el chico me sonrió de lado, pero no le di ninguna reacción de mi parte.

De repente, la puerta de mi habitación se abrió, dando paso a la presencia de mi hermano.

-Den -me llamo, a lo que le mire indicándole que siga- mamá dice que te vallas a arreglar de una manera decente.

-¿Por qué?

-Cenaremos donde unos amigos cercanos de la familia -dijo mientras entraba a mi habitación sin mi permiso.

-¿Los conocemos? -pregunté refiriéndome a nosotros dos.

-Solo se que son viejos amigos de mamá y papá -dijo sentándose en mi cama- inclusive, ellos fueron los que nos contactaron a la inmobiliaria para poder comprar la casa.

-¿Cómo se llaman? -pregunté curiosa.

-James y Patricia -hiso una pausa- creo que se conocieron cuando mamá y papá vinieron aquí en su luna de miel, ya sabes, les había dado por salir a explorar un poco -tras decir eso se encogió de hombros.

-Ah, ya veo... ¿eso era todo?

-Si -dijo mientras se paraba de la cama- iremos a su casa a las siete y un cuarto -dijo antes de salir.

-Está bien -le respondí.

Luego me recordé del pelinegro, así que volví mi vista a su ventana, pero el chico ya se había ido. Tal vez ya no le apetecía mantener otro juego de miradas conmigo.

White Summer.Where stories live. Discover now