DANGEROUS LOVE (Rick Grimes)

Capitulo 12.

Capitulo 12:

Narra Emma:

-Enserio Rick, no quiero bajar.. me da pena.- Dije tapándome la cara con mis manos.

-Vamos bebé, él ya no debe estar ahí, y a demás no tiene por que darte pena.- Contestó el hombre con el que había pasado la noche, sacándome las manos de la cara.- Eres hermosa.- dijo riendo.

*Flashback* *Una hora antes:*

Rick y yo habíamos despertado hace bastante rato, y muy temprano por cierto. Eran las 6:30 de la mañana, asi que toda Alexandría seguía plácidamente dormida. 

Nunca había despertado de una mejor forma en toda mi vida; con Rick dándome besos por todo el cuerpo.

El y yo estábamos besándonos de una forma bastante tierna, hasta que un ruido muy cómico y vergonzoso nos interrumpió; mi estomago, rugiendo. Me había levantado con un hambre abismal.

-Por qué no bajas a buscar algo para que desayunemos, pequeña.- Me dijo el mientras dejaba algunos besos en mi cuello.- veo que lo necesitas..- siguió, riendo.

-Cállate.- Le dije pegandolé despacito en su hombro.- Esta bien, voy, pero estas seguro que todos duermen aún? No quiero que nadie me vea.- le dije mientras me paraba y me colocaba mis bragas. Ambos seguíamos desnudos, por la noche de ayer.

-Te lo prometo, ve tranquila.- dijo dándole una leve ojeada a mi cuerpo.

Agarre la camisa de Rick, que se encontraba en el suelo, me la coloque y cerré todos los botones, menos los dos de arriba, dejando un leve escote. Me quedaba inmensa, llegaba hasta la mitad de mis muslos, pero me gustaba. Tenía el perfecto aroma de Rick impregnado en ella.

-Se ve mejor en ti, que en mi.- Dijo él mirándome de arriba a abajo. Yo solo lo mire coqueta y salí de la habitación en dirección a la cocina.

Baje silenciosamente las escaleras, crucé por el pequeño pasillo, llegando así al comedor. Me quede helada cuando entré.. mis mejillas seguro estaban rojas como un tomate, por que ya las sentía arder.

Cuando entre a la cocina, se encontraba recostado en el borde de la mesa nada mas y nada menos que; Daryl Dixon, comiendo cereales de una bolsa, con los cuales se atoro inmediatamente al verme, ya que comenzó a toser varias veces hasta que se callo.

-Lo siento, no sabía que estabas aquí.. em.. mejor me voy.- Dije dándome vuelta para comenzar mi viaje a la habitación de Rick otra vez.

-No tienes por que irte, tranquila.- Me detuvo Daryl. 

-Come dos tostadas todas las mañanas, con un café.- siguió diciéndome Daryl, pero no logre entender de que hablaba, así que lo mire levantando una ceja.

-Me refiero a Rick.. has venido a buscar su desayuno, no soy estúpido.- Dijo el riéndose.

-Ah.. si, gracias.- Dije entrando tímida a la cocina, estirando un poco mi camisa, ya que se me veían por completo las piernas.

- Donde.. están las tostadas?.- Le pregunté a Daryl mientras buscaba en un estante vacío.

-En ese de allí.- me señalo el estante de al lado.

Saque el pan y puse a tostar cuatro rebanadas. Luego me dispuse a preparar el café. Para mi desgracia, los panes demoraban demasiado en tostarse, así que me quede apoyada en el marco de la mesa, con Daryl enfrente. El seguía comiendo cereales, pero notaba que de vez en cuando me miraba de reojo, hasta que vi que su mirada se clavo en mi escote, pero enseguida se dio cuenta que lo estaba viendo así que saco sus ojos de allí. Mire mi pecho y otra vez mis mejillas ardían de vergüenza, no había abotonado los dos primeros botones, por lo tanto se me notaban la mitad de los senos. Enseguida los cerré como pude y carraspee mi garganta. Miré a Daryl y esbozó una media sonrisa mientras metía mas cereales a su boca.