Emma, chica de 19 años, empezando sus estudios en la universidad cuando todo ocurrió.
¿Quien iba a decir que el mundo se iba a ir al carajo?
Ahora se encontraba sobreviviendo con su novio Will de 21 años, y con su madre Katy de 50 años.
Su padre h...
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— Te vi el otro día — digo y Daryl me mira sin entender. — Hablando con Kass — lo codeo y él bufa.
Estoy en una de mis caminatas diarias, por las calles de Alexandría, y después de rogarle a Daryl más de cincuenta veces, se digno a acompañarme aunque sea una vez.
Siento algunos dolores en mi vientre, y más que nada ahora que estoy caminando, pero intento ignorarlos ya que Kass dice que es normal que pase eso cuando se acerca la fecha. Supuestamente ya estoy por entrar en la semana 36, o sea, la última.
— No digas pavadas, Emma — dice, con su típico tono de gruñón. Río.
— No te haría mal estar con alguien, Daryl. Todos merecemos un poco de amor en estos tiempos — me encojo de hombros cuando me mira y vuelve a bufar.
— No tengo tiempo para esas estupideces. Tengo cosas más importantes que hacer — patea una roca que encuentra en el camino.
— Cómo por ejemplo.. ¿cuidar de Negan? — pregunto y él asiente. — Está aquí hace casi dos meses y no ha pasado nada, Daryl. Está claro que no puede hacernos daño mientras esté tras esas rejas —
— Entonces seguiré ocupándome de que siga tras ellas — ruedo mis ojos y suspiro.
— ¿Vas a negarme que Kass te gusta? — pregunto y no contesta. — Que nazca mi hijo ahora mismo si Kass no te agrada aunque sea un poco — pincho su hombro con mi dedo y logro robarle una mini sonrisa.
Aquellas valen oro.
— Rick debe tener una gran paciencia para poder estar contigo — dice y abro mi boca, fulminándolo con la mirada. — Eres muy terca, ¿sabías? — pregunta y asiento con mi cabeza mientras sonrío cuál niña chica.
— ¡Ah! — grito tocando mi panza ya que siento una contracción. Daryl me mira.
— Ja ja, muy graciosa — bromea él, pero yo no lo hago.
Vuelvo a tocar mi panza y encojo un poco mi cuerpo, frenando mi paso ya que no puedo seguir avanzando. Siento como algo se rompe en mi.
— Daryl, me duele — suspiró pesadamente como me enseñó Kass y aprieto mis ojos. — ¡Ah! — vuelvo a gritar y él se acerca rápidamente a mi cuerpo.
— Emma, estás mojada — dice cuando intenta cargarme, pero obviamente falla ya que mi panza lo impide.
— Rompí bolsa. Llevame con Kass, por favor — pido en un susurro y él cómo puede, comienza a llevarme a la enfermería.
Me impresiona lo rápido que van subiendo las contracciones. Siento que mi vientre va a abrirse en dos, y estoy toda empapada.
— El bebe va a nacer — le informa Daryl a Kass cuando a penas entramos a la enfermería.
