CUATRO

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Newt y yo solo caminábamos por los pasillos, era día libre así que podíamos estar el día juntos, hablábamos de temas que se nos venía a la cabeza.
— El cabello te creció mucho.
— Debe ser por que...—pause, no venía a mi cabeza ninguna explicación congruente hasta que...—, desde que me caí al lago accidentalmente, no ha dejado de crecer.
— Entonces ese lago es mágico. ¿No enfermaste?

De repente el grupo de chicas quienes miraban a newt hace unos días llegó y la misma chica que estaba hablando con Newt el otro día solamente corrió a Newt y lo abrazo, al impactar con su cuerpo, un movimiento causó que me empujara un poco.

¿Tan rápido y ya son tan amigos para llegar a abrazarse así? Ni siquiera yo hago eso y llevamos 4 años siendo amigos.
— Me da gusto verte, cuídate—Dijo la chica de cabello oscuro, con una sonrisa simpática, pero al verme se volvió seria y miro a su camino.

—Adiós Leta—dijo sin mantener expresión alguna y solo haciendo una pequeña mueca, y ya la conocida Leta le lanzó una sonrisa.

Sus amigas me empujaron dejándome caer, y riéndose un poco. Son Slytherin, ¿Que esperaba? Bueno no puedo juzgar solo por su respectiva casa pero para ser la primera impresión no fue para nada agradable. 

— ¿Con que... Leta?—pregunté con el propósito de que me contara sobre ella. Newt me ayudó a levantarme extendiéndome su brazo, yo accedí y acto seguido comencé a sacudir mi ropa.

— Es Leta— respondió —. La conoci hace poco, es muy inteligente. Me ayudo con una clase— comenzó a hablar. Mi atención estaba sobre el.

—Si que son algo groseras—dije algo molesta.
— Ella me caí bien—Miró hacia la dirección donde se había ido Leta—, no pensé que sus amigas fueran descorteses— de nuevo una sensación inquietante me invadió. Tranquila Melody... tranquila.

—¿te refieres a Leta? Ella no me da buena espina Newt...—Comenzamos a caminar

— No debes darle tanta importancia, no la conozco muy bien. No se cuales sean sus intenciones en realidad—dijo al mirarme.

— Y ya se lanza a tus brazos Newt. Tienes una admiradora— me burle de el un poco, el me miro raro, yo aclare mi garganta un poco por la incomodidad que estaba por comenzar—.  Mejor hay que irnos al lago ¿Te parece?

Newt solo asintió y nos encaminamos al lago cuando llegamos al lago y note que me miraba extraño, no de la forma en la que desconoces a una persona, si no de la forma en la que miras a las personas con atención y con un aire de ¿cariño?. Sin el afán de ilusionarme o pensar mal, solo me tuve como propósito sentarme en el mismo tronco de siempre.

— ¿Que mosco te pico?—cuestione riendo un poco para liberar la tensión de su mirada.
— ¿De que hablas?— cuestiono de nuevo inocentemente. O quizá sabe que lo noté.
— No dejas de mirarme, ¿o será tengo algo malo?—comencé a frotar mi rostro con mis manos.

—No, solo que tu cabello, esta mas largo—Si mi cabello gracias a la poción creció muy drástico.

—Ah, bueno eso ya lo habías comentado—recalqué.

El silencio se apoderó del momento, Newt tomó asiento a mi lado y las brisas, el sonido de los árboles debido a estas, las aves, pequeños salpicas de agua al tirar varias piedritas. Era muy cómodo, tanto así que una pregunta vino a mi cabeza. Dudé mucho en hacerla, pues no quería hacer notar mis inseguridades, mis sentimientos hacia Newt. Nuestra amistad evolucionó. No quisiera que mis sentimientos interpongan, pero tampoco es bueno guardarse lo que una persona siente por que tarde o temprano sale, de buena o mala forma pero lo hace.

— Newt—lo llame, y capte su atención—¿Puedo hacerte una pregunta?

— Claro Melody— su atención estaba plasmada en mi. Ya no había vuelta atrás.

Trague saliva, me preparé y  formulé la pregunta, más que la pregunta, tenía miedo de la respuesta. Aunque se que es algo obvia, estamos creciendo y ya no somos unos niños que nos necesitemos el uno al otro. No quiero depender de él, pero es el único amigo que tengo en ese mundo de magia, que a pesar de tener años aquí, sigue siendo desconocido para mi.

—¿Jamás me dejarías sola, verdad?— pregunté, mi tono de voz era bastante trémula.

—Sabes que yo jamás haría eso. Tenemos una promesa, y es una promesa que no pienso romper nunca.—titubeo, y luego se sonrojo. Sentí un enorme alivio—. Eres importante para mi...—dijo en voz baja, y trago saliva, tenso un poco su mandíbula.

—¿Has visto cuando te sonrojas?—estaba con una sonrisa pero dentro de mi, me di cuenta que lo que dije lo incomodo, carraspeé un poco para cambiar el tema— Me gusta mucho estar contigo, estas lleno de sorpresas, ¿sabes?...—Pero bueno que más da. Devuelta al momento había notado que el se puso rojo. Ya no dije nada y el se acercó un poco, yo volví a ver el lago, y de vez en cuando estaba cabizbaja, sentí que el se acercó solo un par de centímetros para ser precisa. Pude sentir el tacto de que  sus dedos pasaron un mechón de mi cabello por detrás de mi oreja. Mi vista volvió a darle atención. Y el solo evitó eso, miró al lago y se quedó en silencio.

Nose si lo notaba y si lo hacía lo disimulo muy bien, pero yo lo observaba con determinación.
Me rendí y lo acepté. Finalmente lo acepté.
Me había enamorado.

Amortentia (Newt Scamander) Where stories live. Discover now