Al Siguiente Dia

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Aquel abrumador día no le vi, y creí estar perdida en lo inmerso y en agua, lo extrañe, dude y quise amarle pero de nuevo tuve que sucumbir a mis intentos de aferrarme a él como un sello al papel, si bien pienso que en días futuros, su llegada no sea tan frágil y pudiera regocijarme dentro de su cabello café.

Al siguiente día la esperanza prevalecía quizás espere tanto su llegada, que ya no importaba el día, solo contando historias marchitas del tiempo de ayer, aunque ya lo sabía que llegaría, puse olor en mi cabello y espere el sonar de una campanita al llegar, pero otra vez no le vi y creí estar perdida en lo inmerso y en agua, tan en el fondo del mar.

Después de que mi planeta se derrumbó unos días y ya no supe que hacer, llore sin salidas y fingiendo estar bien, escondida detrás de la repisa, dije su nombre quedito para que nadie escuchara pero en silencio sentí como extraño esa cometa que volaba a mi alrededor durante horas, desfilando con alegorías, canciones y risas.

A pesar de otro día más y despertar a las cinco de la mañana, en la escuela me preguntaron por él, quise serles sincero pero decidí serles infiel, mentí para subsistir en este ecosistema, aunque aún respiro tras una máquina de baterías, espero seis horas y media y caigo alrededor de las tres, pero el día se me va pensando en esta vida sin él.

 En la oscuridad de la noche llore lagrimas agrias y por la mañana llore lagrimas dulces pero por la tarde dejo de llorar cuando veo sus labios girar y pienso que la semana termine y al final del arcoíris encontrar lo que se perdió de mi vista y cuando por fin el sol se marchita, desprendo mi voz escribiendo cartas y tonterías, solo para no decirle que aun lloro a escondidas en aquella repisa, donde recuerdo cometas, planetas y amor.

Pero cuando me doy por vencida, el quinto día viene la luna y se realza su belleza carcomida, suenan las campanas y sé que él está aquí, doy mi primera sonrisa de la semana y canto hasta quedar sin habla y al, acabar el día cuerda y desgarbada, el siguiente día, sé que será mejor.

 Cuando por fin espero a su llegada, pasan las horas y media mañana, no hay señales de él, pero cuando mi teléfono comienza a timbrar, y ese dulce sonido que parece venir del auricular, disfruto la sintonía de sus aureolas vocales y sonrió de nuevo para que sepa que soy feliz.

Por último, cuando llega y se para en mi puerta, con su cabello largo y sus manos abiertas, corro a rodearlo y recordar cómo no ha pasado el tiempo desde la última vez. Si bien se me cada parte de tus ojos y se me cada lunar que tienes, te podría decir tus constelaciones completas, pero envidio los que los otros puedan saber de ti, quiero que sea mi secreto y poder contarlos de nuevo, una y otra vez.

En mi imaginación estas a mi lado, y abrazas mis abrazos, cuando besas mis labios y tus bellos vocablos, te amo mucho más que antier. Cuando pasan siete horas y media, despierto del sueño y veo tus ojos llorosos, si bien no lloro frente a ti, no porque me de vergüenza, pero mientras estés ahí, estoy completa.

Cuando el claxon se escucha, te acompaño a la puerta, te vas y yo lloro detrás de la puerta, me deslizo a la repisa y me pongo a pensar, recordando nuestro planeta y como me encanta viajar, me voy a mi cama soñando en ti, y me preparo para no verte en una semana más.

Cuando La LunaWhere stories live. Discover now