Cuando La Luna

Viva

Aun me siento viva, ¿sigues ahí? Yo sigo aquí.

A veces me quedo despierta mirando tu nombre, esperando una señal de vida, si bien recuerdo tus últimas palabras, que en ese momento no comprendí, pero hoy lo entiendo y entiendo que aquel no me olvides y esa mirada lluviosa, era la despedida de mi amor platónico e incoherente.

Lamento si te busco un día más, lamento si quiero besarle, lamento lamentarme de lo ocurrido, porque la verdad no me arrepiento y si por alguna razón el destino nos une, cuando nuestro amor no sea tan imposible e irónico, quizás me beses como aquella vez que nunca paso, pero sentí tan real.

Me dejas con recuerdos que revuelven mi mente y me hacen sonreír y mirar al cielo, me siento en blanco, en un mundo sin nada, solitaria dentro de mis memorias y los kilómetros son mis enemigos.

A veces quisiera regresar a el día uno, cuando dijiste un hola inocente, cuando aún no tenías ni idea de lo que llegaría ser, dijiste que querías mis labios y no dejarme ir, a pesar de todo me dejaste libre entre lágrimas y dolor en el pecho, yo te olvide en el exterior, mentí para ocultar que aun te quiero, les mentí y dije que ya te había olvidado y que no vivías ya en mí, mentí y les dije que ya no veía tu nombre esperando señales de vida, mentí, pero la mentira solo es más mentira y el ayer aún no se borra.

Porque me aferro a tu voz tan ensordecedora que llena de luz mis oídos, y tu dulce mirada clara como el día atravesando mis ojos oscuros como la noche, es que somos tan diferentes como una gota de agua y el calor del desierto más seco, como el gusano más bello y la mariposa más fea y el color más claro y el más oscuro del sol.

Y cuando sientas que la selva húmeda te lleve dentro de sus entrañas y la lluvia fría moje tus pestañas, recuerda que el seco desierto ya me ha hundido en la arena y las hojas secas han tocado mis mejillas para dejar que mis lágrimas se marchiten en aquel calor extenuante de tu amor perdido en soledad.

Sé que ya no me buscas y también sé que quieres olvidar.

ya no te busco, pero jamás te olvido y te pienso cuando veo tu lenguaje y escucho tus colores, a pesar de toda esa distancia sin ser recorrida, somos tan jóvenes para amar, es esa dulzura permanente marcada con plumas fijas, no es amor, quizás mi inmaduro corazón palpito a la primera experiencia de un amor casi inexistente que aun siento y no se me olvida.

Todo fue un disparate y una idea loca, nuestras charlas de tres horas como mínimo hace ya tres meses, hoy tus palabras insensatas se borran en el chat y mis pensamientos olvidan un poco de ti día a día.

Me da miedo olvidarte y que un día no pueda recordar tus fracciones, esos ojos sonadores y esos labios de pétalos de lunas, tus grandes y pobladas cejas que escondían ese color verde claro de tus pupilas, pero sobre todo temo olvidar tu sonrisa que alumbraba mi oscuro cabello,

 Hoy largo y suelto, pero escondo mis ojos color chocolate para que ya nadie los vea y guardo mis labios en forma de corazón para que nadie más los escuché decir que te amo y aun espero encontrarme contigo, en algún rincón del mundo.

Aun me siento viva, aún sigo aquí, ya no te espero, me retiro de aquí, ya no te espero, aun me quedo a mí misma, ya no te escondas que aún me siento viva.