Sobresaliente (completa y editada)

Parte 2

Por primera vez en los dos años que llevaba en la universidad, Beatriz comenzó a asistir a clases puntualmente. Antes de llegar a literatura pasaba al baño y se miraba en el espejo. Enredaba sus dedos en su cabello y los sacudía, dándole volumen. Luego revisaba que su delineador negro no hubiera manchado su piel y se ponía labial rojo. Se observaba de nuevo y entonces tomaba un poco de papel y removía buena parte del color que había colocado segundos antes, pensando que lucía demasiado maquillada. Por último se ponía perfume de lavanda detrás de las orejas y respiraba profundamente, tratando de encontrar notas relajantes en el aroma.

Al día siguiente el ritual se repetía.

* * *

Fabricio caminaba de un lado al otro del salón haciendo gala de su 1.85 de estatura. Beatriz se sentaba en la parte trasera pero tenía la constante sensación de que podía alcanzar a olerlo. Una mezcla de loción y cigarro le erizaban la piel, y cuando pensaba que su nerviosismo comenzaba a ser notorio, concentraba su vista en sus zapatos. A veces funcionaba, pero la mayoría de ellas no lo suficiente. Aunque no lo estuviera viendo, Tiz no podía escapar de su voz. Fabricio  tenía un acento particular, que ella no lograba identificar, pero que le hacía distinguirlo en los pasillos de la escuela.

Su mejor amigo había notado su gusto por el maestro y la había convertido en presa constante de burlas, que no hacían más que aumentar la tensión que sentía cuando se encontraba cerca de Fabricio.

-   Quédate y pídele que te hable de sus novelas - insistía Fernando.

-   No. ¿Qué caso tiene? - Beatriz recogía sus libros a paso apresurado para no ser la última en salir del salón después de acabada la lección.

-  ¿Cómo que cual? - Fernando le dedicó una sonrisa de complicidad. - El señor te gusta.

-   No es un señor - Beatriz cerró su mochila y le indicó a su amigo que la siguiera fuera de la habitación. Antes de llegar a la puerta inhaló y volteó al escritorio. -Hasta mañana - hizo un movimiento con la mano.

-  Buena tarde, Tiz - era la primera vez que Fabricio decía su nombre.

*  * *