Beatriz entró al departamento vagamente iluminado tratando de balancearse exitosamente sobre sus tacones. Apenas la puerta se abrió, intentó encontrar entre el humo a Fabricio. Él estaba allí, sentado en el sillón mientras fumaban un cigarro y reía con la plática de algunos compañeros de la radio.
Beatriz inhaló y caminó dentro de la habitación, sintiéndose alagada por la cantidad de miradas que se posaban sobre ella. Cuando estuvo cerca de Fabricio se detuvo y encendió un cigarro.
Sintió que él la recorría con la mirada pero trató de mantenerse concentrada en Radiohead y la nicotina.
- ¿Quién es ella? - uno de los escritores le hablaba a Fabricio cerca del oído.
- Una de mis alumnas - el maestro sonrío, un poco para sí mismo, un poco para su amigo y un poco para Beatriz.
* * *
- Hola - ella sonreía. - Me da gusto verte.
- Hola Tiz ¿cómo estás?
- Bien. Feliz de estar aquí. Tenía tiempo que no me le escapaba a mis papás.
* * *
- Me da gusto que me hayas pedido que viniera - ella se acomodó la ropa y se paró más derecha.
- ¿Estás coqueteando conmigo? - Fabricio estaba parado al lado de ella pero no la miraba. Lucía distante y poco interesado en la conversación.
A Beatriz esa pregunta la tomó por sorpresa. Estaba coqueteando con él, por supuesto. Y llegar hasta tal punto de descaro le había costado tanto trabajo que ya no le avergonzaba que se notaran sus intenciones.
- Sí. Estoy coqueteando. Y no actúes como si no lo estuvieras disfrutando.
* * *
- Sigo siendo tu maestro - Fabricio se abrochaba la camisa. Volteó la cabeza hacia Beatriz, que estaba sentada en el lavabo, aún sorprendida de que aguantara su peso. Le sonrió.
- Lo sé. Y en la escuela nada va a cambiar. Tú y yo no somos nada - Tiz bajó de un salto y él le ofreció su mano como apoyo. Se subió los shorts y buscó su zapato izquierdo.
- No lo somos, niña loca.
Fabricio le dio un beso en la mano y después de guiñarle un ojo salió de baño, dejando a Tiz sola con sus pensamientos.
ESTÁS LEYENDO
Sobresaliente (completa y editada)
Short StoryÉl era mayor que Tiz por 13 años. Tiz tenía 19 y era su alumna en clase de literatura inglesa. Y ambos sabían que no debían involucrarse.
