Cap. 3

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CHRISTIAN

Salimos del hospital hacia donde Taylor nos espera con la puerta del coche abierta. Por instinto mi mano se va a su pequeña cintura y su suave piel hormiguea en la mia, mía dedos hacen una leve caricia que la hice  estremecer de los pies a la cabeza, la veo sonrojarse como la ha hecho desde que me vio y mi pene vibrar por la sensación.

Durante el trayecto no hablamos, pero la miro disimuladamente y parece inmersa en sus pensamientos, quisiera saber que la tiene distraída, y por alguna razón yo no puedo dejar de mirarla.
Cuando llegamos al último piso del edificio ESCALA y las puertas del ascensor se abrien Ana detiene sus pasos, su hermoso rostro demuestra sorpresa, incredulidad y por último timidez. Comprende que mi apartamento es grande, lujoso y la mayor parte del tiempo frío.

- Buenas tardes señor Grey - mi ama de llaves aparece dándome la bienvenida.

- buenas noches señora Jones. Ella es Anastasia Steele - la presento.
En un principio se sorprendió cuando le hable de Ana y acerca de tener a esta chica en mi casa y mas por la naturalidad con que lo dije ya que no permito que nadie este merodeando en mi terreno ni siquiera mi familia, pero iba a ayudarla en todo cuánto necesitará

- Mucho gusto señorita - Ana inclina su cabeza y susurra un hola mientras  estrecha la mano de Gail

- Anastasia ven, te mostraré tu habitación - la llevo por la sala hacia las escaleras que dan al segundo piso. Ya después le enseñare el resto de la casa.

Abro la puerta permitiéndole pasar primero y así poder tener una visión mejor de su cuerpo. Ella es alta, delgada, unos preciosos ojos azules y su cabello castaño llega  hasta sus caderas, es una de las cosas que me gustan de una mujer, un pelo del que pueda agarrarla mientras... Sacudo la cabeza por el rumbo que tienen mis pensamientos, no puedo pensar en ella de esa manera, no es correcto.
Podría sostenerla de pie mientras la follo duro.
¡¿Que?! ¡No!

- Es hermosa y espaciosa. - murmura para sí misma pero puedo escucharla. - gracias señor Grey - dice mirándome  con sus ojos hipnoticos que ahora son demasiado grandes para su rostro, pero aún así me segue pareciendo hermosa.

- De nada Anastasia. Le diré a Gail que traiga tu medicina y algo suave de comer.

- Si por favor.

- Sientete libre de andar por la casa y después hablaremos sobre tus estudios

- Si señor

Salgo por la puerta dejándola para que se acomode y voy a decirle a Gail que es hora de las medicinas de Ana y que le lleve algo de comer. Después voy a mi despacho donde enciendo el portátil y activo la cámara de seguridad de la habitación de invitados donde la he instalado, solo para asegurarme de que esté bien.

Si como no, ni tú te crees eso Grey.
Mi subconsciente molesta con su fea voz.

La veo recorrer el cuarto y tocar las sábanas de la cama. Es una King size con mesas de noche a cada lado y sus lamparitas, un tocador con innumerables artículos de belleza. ¿Mia le compro todo aquello?
Ana no parece de esas chicas que se maquillan demasiado.

- La hermana del señor, Mia, lo trajo todo ayer. Y en el clóset está su ropa. -Gail entrar con una bandeja y le habla

Podía escuchar también lo que hablaban.

- Oh - es lo único que dice. Mi hermana fue muy amable con ella desde que la conoció en el hospital. Es alguien alegre y extrovertida.

Se nota abrumada por todo lo que hay allí.

 Venus Seductora Where stories live. Discover now