Cap. 5

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CHRISTIÁN

Es viernes, es el día en que llevaré a Ana de nuevo a la isla por los objetos que le hacen falta, aunque no lo veo necesario ya que aquí tiene todo, pero entiendo que son cosas que tienen mucho valor sentimental para ella.
He puesto a cargo a Ross todos los pendientes de la empresa por este día, y cuando iba a protestar le dije que le pagaría sus próximas vacaciones junto con su esposa, de todas maneras es su trabajo por ser la segunda al mando.

Así que Taylor y yo estamos esperando a que baje para irnos de una vez.

La veo llegar con un vestido rosa y con lunares que le llega a las rodillas, unas sandalias, y cargando una pequeña bolsa. Esta hermosa como siempre y ya ha ganado peso.

Yo también me había decidido por algo cómodo e informal, bermudas, camisa blanca de botones remangada a los codos, mis vans y gafas de sol Ray Ban.

Me doy cuenta cuando ella se me queda mirando más de lo debido y es algo que me gusta, si viene de ella sí. Le sonrío coqueto y ella se ruboriza, como siempre que estoy frente a ella

-Perdón por la demora

- Solo fueron cinco minutos Anastasia. Vamos

Subimos al coche y nos incorporamos al tráfico, la miro con disimulo pero mis ojos caen a sus largas piernas, deseoso de tocarlas, de subir su vestido y ver cuan mojada y apretada puede llegar a ser. Un nudo se forma en mi garganta de sed por ella y me muevo incómodo en el asiento tratando de calmar la erección. Esto se me está saliendo de las manos más rápido de lo que pensé.

Veinte largos minutos más tarde estamos caminando en dirección al barco, y como siempre ya nos espera Mac y Lydia, hago las presentaciones ya que la última vez solo vieron a una Ana inconsciente.

- ¿se encuentra mejor señorita?

- ¿disculpe? - le aclaro rápidamente lo sucedido

- Lydia me ayudó el día que te encontré

Ana asiente apenada pero le agradece. Antes de subir al barco se me ocurre llevarla al pequeño establecimiento al lado, un restaurante para almorzar ya que es medio día y tiene que tomar sus medicinas.

///

Ana para en seco cuando en la proa del yate ve a Leila tomando el sol en una tumbona, no le dije que la invite ya que llego de viaje y hace un par de meses no nos veíamos, su cuerpo es de infarto pero ya no despierta nada en mi, su cabello es rojo a media espalda y un bikini del mismo color. Siempre tan llamativa.

- ¡Christian! - chilla cuando me ve, corre hacia mi abrazándome como un koala, con piernas y manos - cuanto tiempo.

- no tanto. ¿Como estás? - estaba en Londres modelando para Victoria Secret.

- mejor ahora que estás aquí  - Veo a Ana por el rabillo del ojo ponerse tensa e inmediatamente la suelto. -Oh tu deber ser Anastasia, lo siento, me han hablado mucho de ti. Soy Leila por cierto.

Seguro fue mi hermana Mía, ellas son amigas desde hace mucho tiempo y están en constante comunicación, de hecho fue ella quién nos presentó.

Me sorprende cuando Leila la abraza efusivamente pero Ana se pone a la defensiva, es una total extraña para ella y Ana no le devuelve el abrazo.

-No la abrumes - la regaño viendo la incomodidad de mi niña. No pude deshacerme de ella cuando me llamo para decirme que estaba de vuelta en Seattle.

Además con Leila solo tuve una corta aventura consensuada y pensé que casándome con ella podría llegar a enamorarme en el trayecto pero ella no quería y no era lo correcto. Así que solo quedamos como amigos, muy íntimos.

 Venus Seductora Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora