Capítulo 1: Cautiverio Y Tortura

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Rusia, Moscu.

- "Controlate" - se ordenó JongDae, más no era suficiente. Sus ojos se vuelven a cristalizar y su respiración se vuelve errática, contribuyendo muy poco a la calma que busca.

Un sollozo colándose de entre sus labios cuando de repente la puerta de la habitación se abre bruscamente. Movió la cabeza hacia la izquierda cuando escucho ruido provenir de ahí.

El sujeto le quitó la cinta de la boca con brusquedad. Siente su garganta rasposa y hace un gran esfuerzo para hablar.

- ¿Por qué... por qué me secuestraron?

- Vamos, JongDaul. Sé más inteligente con tus preguntas - JongDae soltó otro sollozo cuando el sujeto le sostuvo la cara con una de sus manos, moviéndola de un lado a otro, lo soltó bruscamente para luego ponerse de pie y apoya ambas manos en su cuello. Hizo leve presión pero sin llegar a cortar del todo su respiración -. ¿Sabes lo valiosa que es tú cabeza para los King Royal, Kim JongDaeul?

- Si dinero es lo que necesitan, mi padre puede darle todo lo que quieran. Dinero, joyas...

- Mi papi esto, mi papi aquello. ¿No sabes decir otra cosa que no sea "papi"? .

- Entonces... ¿Qué quieren de mí?

- Nada.

- ¡Entonces que hago aquí! - JongDae exclamó con los ojos lleno de lágrimas. La tela sobre ellos empezó a humedecerse -. Son unos hijos de puta.

- Deja de lloriquear, marica. Para ser el primogénito de ZhongDa, eres muy llorón y miedoso. Se nota que él no huso mano dura contigo. ¿Sabes qué? Nosotros nos encargaremos de eso, nene.



En tres días Sebastian, su secuestrador, no ha dejado que nadie entre al cuarto donde esta encerrado pero eso no significaba que él no podía jugar con el. Le había echado agua fría cuando se había dormido en la silla en donde estaba y está aún. Incluso se resfrío al punto de estar desmayado por un día enteró.

En las pocas horas que JongDae podía dormir, Sebastian o alguien que no conocía le despertaba para obligarlo a comer. A veces eran pan, galletas o leche. A veces desayunaba pero no le daban de comer y de cenar como es debido. Variaba los días.

Había pasado una semana desde su secuestro en la tienda que frecuentó sin ningún guardaespaldas. Cada día perdía la esperanza de que su padre fuera por él para sacarlo de aquella pesadilla.

Apenas probaba la comida.

La cabeza gacha, las manos cruzada por su espalda por una soga que raspó sus muñecas. Un pedazo de cinta adhesiva en su boca y un pañuelo sobre sus ojos para privarlo de ver a su alrededor.

Cada día le habían quitado las ropas. Los primeros días fueron sus zapatos, después los calcetines, poco después los pantalones hasta quedar en ropa interior. El frío cada día era más letal para JongDae.

El pánico reclama a JongDae cuando escucha la puerta abrirse. Sebastian le arranca la cinta adhesiva y el pañuelo sobre sus ojos. Le corta la soga con un cuchillo que guardo en su cinturón. Después lo toma en brazos para lanzarlo a una mesa de madera. Se golpeó la cabeza cuando su rostro impacto en el concreto igual de frío.

Atracción Inesperada (KaiChen)Kde žijí příběhy. Začni objevovat