Capítulo 4: ¿Rendirse?

454 56 7
                                    

- ¿Querido? - repitió JongDae incrédulo.

- ¿O prefieres hermoso? - JongIn le sonrió -. ¿Bello? - las cejas de JongDae se arquearon  viendo como JongIn le sonreía seductoramente.

- No me voy a acostar contigo, Kim JongIn.

- Soy muy consciente de eso, querido - respondió JongIn con una sonrisa altanera para que él otro no observará su tristeza al escucha su negación. Pero no se daría por vencido tan fácilmente -. Pero aun planeó tenerte en mi cama antes de que la semana termine. Aunque teóricamente hablando, ya estas en mi cama, sólo falto yo en ella y listo.

JongDae lo miró sorprendido, su boca estaba abierta por la incredulidad y el atrevimiento de su "salvador". Como un mercenario, normalmente obtenía lo que deseaba, y JongIn deseaba a Kim JongDae.

Hijo de un mafioso o no, cumpliría con su palabra.

- ¿Estás consciente de lo que dices?

- ¿Cuánto crees que vas a gritar cuando te folle?

JongDae se quedó estupefacto al escucharlo hablar tan decidido. Si se sorprendió por los apodos románticos del otro, ahora lo estaba más por sus insinuaciones sexuales.... Fue inesperado.

- ¿Disculpa? - escupió JongDae con la mente en blanco. JongIn le regala una sonrisa socarrona que a él le gustaría borrarla a puñetazos.

- Piensalo - responde JongIn antes de guiñarle el ojo coquetamente.

JongDae lo fulminó con la mirada antes de girarse hacia la derecha para perder el contacto visual con JongIn. No le incomodaba el hecho de que JongIn quería acostarse con él ya por que estaba acostumbrado a que otras personas de dijesen lo mismo. Le incomodaba el estar herido y postrado débilmente en una cama. Dependía de JongIn seguir con vida en esos días y no le gustaba eso. Quería caminar e irse de allí pero con el otro acosándolo no podía.

JongIn solía decir en voz alta lo que deseaba. Y deseaba a JongDae. Y cuando deseaba a algo o alguien, lo obtenía aunque la costase la vida.

- ¿Gritar tu nombre? Lo dirás de broma.

- ¿Crees que estoy bromeando?

JongDae puso los ojos en blanco.

- Pues siento arruinarte la fiesta, pero nada de eso pasará.

- ¿Estás seguro?

JongDae intento no levantarse para golpear al moreno. El solo pensar en hacer algún tipo de movimiento lo cansaba.

Minutos después se durmió.

- ¿JongDae?

Dio un respingo al escuchar la voz de Krystal, que apareció en su campo visual cuando abrió los ojos. Tenía el rostro levemente maquillado y por la ropa que llevaba le dio a entender que salio del hotel.

- Soy yo, Krystal - ella le habló calmadamente cuando JongDae abrió los ojos de golpe, asustado de que pudiera ser uno de sus abusadores -. ¿Cómo te sientes?

- Bien. Creo que me dormí.

JongDae miro alrededor del cuarto para notar que JongIn no estaba allí. ¿Dónde estará?

- Tengo tú talla así que te he comprado algo de ropa. Espero que las encuentres de tu gusto. Al menos, te servirán para toda la semana. Después, ya veremos.

- Krystal...

La mujer empezó a sacar cosas de los paquetes que estaban a los pies de la cama. Krystal era muy hermosa y con largo cabello castaño, se acercó a él y le sonrió.

Atracción Inesperada (KaiChen)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt