Capítulo 3.

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Esa noche mis sueños fueron invadidos por la imagen de unos ojos.

Unos ojos que no había visto en mucho tiempo.

¿Por qué mi memoria estaba aflorando en ese momento? ¿Por qué lo hacía justo después de que conociera a Louis? ¿Tenía algo que ver él en todo lo que a mi subconsciente le estaba pasando? ¿Me volvería loca entes de descubrirlo?

Había tantas preguntas y tan pocas respuestas, que ni yo misma podía hacer que todas ellas cobraran sentido. Solo había una cosa que todas ellas tenían en común. Y llevaba el nombre de “Louis Tomlinson”.

¿Qué tenía ese chico que causara tal cosa en mí?

Otra pregunta. Otra de ellas sin respuesta y, si llegaba a encontrar una explicación razonable a ella, la realidad golpeaba mi mente como un jarro de agua fría.

Parecía como su mi mundo dejara de tener sentido cuando él estaba en él. No entendía lo que pasaba, pero sentía que perdía el control. El control de mi vida y de mi ser.

Tenía ganas de gritar y a la vez de no decir nada.

Creo que había pasado demasiado tiempo con las animadoras.

Era martes.

Había pasado más de una semana desde mi cruce con Louis y, por más que lo intentara, no podía quitarme de la cabeza a imagen de Louis mirándome con esa expresión de odio en la cara.

Jake cumplió lo que me había prometido y, unos días después de nuestra charla, Louis ya era parte del equipo de futbol. Bueno, era suplente, pero el entrenador lo haría jugar unos minutos el próximo partido para ver como aguantaba la presión.

Reconozco que ver durante una semana completa a la mitad de las animadoras con un moretón que les ocupaba la mitad de la cara, fue bastante divertido. Sobre todo si a mí solo me había producido la caída unos rasguños en mi frente.

Estaba en el pasillo, hablando con Rachel, la periodista del anuario.

Ella quería hacer una entrevista al nuevo miembro del equipo y yo la esteba ayudando con eso al darle algo de información sobre él.

Ella y yo no éramos muy amigas, pero hablábamos de vez en cuando. Era agradable oír sus excentricidades de vez en cuando. Me hacía recordar que no era la única rara en el instituto.

-         Y, por último. ¿Cómo es que tu mejor amigo sea el capitán o, como a mí me gusta llamarlo: “el superior de Louis”? –dijo acercándome la grabadora que llevaba en la mano hacía mi boca. Me tensé al oír esa pregunta. Pero contesté-.

-         Bien. Es algo que no me afecta. Jake tiene a muchos en el equipo, no tengo que hablar con nadie si no quiero hacerlo y, si fuera por Jake, no lo haría y me colocaría una cinta en la boca –dije mirando a un punto perdido en la camiseta de Rachel-.

-         Qué pena… una pareja así, no se encuentra fácilmente –dijo chasqueando la lengua para, luego sonreírme de nuevo-. Si necesito más información te lo diré pero esto es todo. Chao –dijo mientras se iba corriendo gritando cosas inentendibles-.

-         Esa chica es muy rara… -dije mientras me encaminaba hacia el gimnasio para el entrenamiento de las animadoras, aunque, por el golpe que me di con alguien, no fui muy lejos-.

Caí de inmediato al duro suelo.

Provocando que un ruido sordo, el de mi caída, resonara por los casillos, provocando que una avalancha de gente mirara en nuestra dirección. Seguramente esperando una reacción desmesurada por mí parte. Alcé la mirada y, sinceramente, vi a alguien que no me esperaba.

Blue, Deep and Yours |Louis Tomlinson|Where stories live. Discover now