Inseguros Deseos

Una décima

-Deberías estar contenta de verme después de un año hermanita –

-Nadie se contenta en esta casa por tu presencia –

-Sigue siendo mi casa, que pena Katherine. Creo que nos vamos a ver más seguido ahora –

Y en ese momento sus ojos se posaron en mí con desprecio.

-Perdona Eli, será mejor que nos vayamos – comento Kate tomándome de la mano y guiándome a la puerta.

Al pasar al lado de esa chica me seguía mirando fijo hasta que me tomo del brazo fuertemente, quedando agarrada por ambas. La mire con cara de incrédula y ella me sonrió de una forma perversa.

-¿Y tú no tienes modales? Estando en mi casa deberías presentarte adecuadamente, de seguro eres otra ratita de alcantarilla –

-Me llamo Elizabeth y estoy saliendo con tu hermana – Pensé que al decir eso lograría que rápidamente me soltara, pero lo único que hizo fue apretarme más y por otro lado Kate hizo exactamente lo mismo.

-Mmmmmm eso me gusta – se mordió el labio inferior y bajo su mano por mi brazo de una forma atrevida y sucia, fue tal la sorpresa que rápidamente quite mi brazo al mismo tiempo que Kate me acercaba más a ella.

-En serio Wilma, más te vale no meterte conmigo ni mucho menos con ella – comento Kate con dureza. Su mirada era de un odio profundo como un animal a punto de saltar a una batalla a muerte con otro.

-Creo que la clase tampoco te queda cuñadita –

-No te etiquetes hermosa y tampoco pienses que podrías llegar a integrarte en esta familia. Después de que mi hermana te utilice – soltó una risa – serás desechada como toda las demás –

La mire seriamente pero era increíble su forma de ser. No conozco el pasado de Kate y por ende he decidido ir con cuidado, pero que su propia hermana me diga algo así es algo...chocante.

Ella no me daba buena espina, tenía una especia de aura negativa. De seguro es una chica mimada y su carácter intimidante calza perfectamente con su físico y su forma de hablar. Si yo pensaba que Kate era así, no me imagino cómo será su hermana. Solo espero no tener más contacto con ella.

-Y tú tienes una boca muy suelta y mentirosa –

-Hermanita no empieces – En ese momento salimos y ella nos fue haciendo señas con una gran sonrisa desde la puerta de aquella sala.

Kate me llevo del brazo por todo el pasillo, se le notaba molesta y sinceramente no tengo idea en que me estoy metiendo.

-Kate, suéltame –

-Te iré a dejar a tu departamento –

-Ya pero... –

-Porque tenía que llegar ahor..-

-¡Suéltame Katherine! Me duele – Al escucharme rápidamente me soltó y se llevó una mano a la cara. -¿Tanto se odian entre ustedes?-

-Tú no entiendes nada –

-Ella es...rara. – comente desconcertada al mirarme el brazo donde me había agarrado. Al escucharme me miro seriamente y se acercó haciendo que me echara para atrás hasta chocar con la pared.

-No te conviene involucrarte con ella en ningún sentido. – dijo poniendo las manos en la pared a la altura de mi rostro. - Así que por favor evitala y simplemente olvídalo –

- Si me besas ahora entonces te haré caso - intente calmar la situación, ella apretó la quijada, miro hacia los lados y al ver que no venía nadie, me beso.