Fixed Up (Serie Broken Pieces #2)

Capitulo 33. Dirty Little Secret

– Alex, babé, podrías por favor, por favor, dejarme ir esta vez... Solo esta y ya –me suplico por sabrá dios que vez.

– No –negué mientras me aferraba más a su cintura.

– ¿Qué tal si tengo que hacer pis?

– Voy contigo.

– Eww, claro que no –frunció el ceño, la mire.

– ¿Tienes que ir?

– Ehh...

– Ya ves, te quedas aquí, no hay ningún problema –le sonreí y volví a acomodar mi rostro sobre su estómago. La escuche quejarse un poco más, simplemente no entendía porque tenía tanta prisa por irse, mi padre había viajado a Bali por negocios y nos había dejado la casa para que nosotros dos nos tomáramos unas vacaciones en esta. Y hacia unas horas que él había regresado se encontraba más inquieta que nunca. La habíamos pasado increíble jugando a ser marido y mujer, con un hijo que nos visitaba una que otra vez, Ed por supuesto. Un hijo. Que idea tan loca. – ¿Y que, si pusiera un bebé en tu vientre, Luce? –la interrumpí mientras subía su blusa y la besaba sobre el ombligo, se retorció un poco debajo de mí.

– ¿Un qué?

– Un bebé.

– ¿Qué es lo que estás diciendo? –llevo mi cabello hacia atrás con una mano, solamente enfocada en mí.

– ¿Te gustaría? Que yo pusiera un bebé dentro de ti. Nuestro bebé. ¿Te gustaría eso?

– ¿Lo estás diciendo en serio?

– Quizás... sé que definitivamente disfrutaríamos el proceso –susurre mientras pasaba la lengua sobre su ombligo, sabía que eso la volvía loca. Dejo salir un gemido.

– Mierda, Alex, tu padre y sus amigos están allá abajo –se aferró a las sabanas mientras me colocaba entre sus piernas.

– ¿Y? No te había importado antes –subí la blusa hasta su cuello, amaba que no usara sostén. Subí mi lengua hasta el valle de sus senos dejando un húmedo camino que seguramente volvería a recorrer, pero cuando levante mi mirada sentí que no sería lo mismo. Su ceño fruncido me congelo en mi lugar, sus ojos comenzando a cristalizarse en una expresión que no conocía. Y luego un suave murmullo.

– Muévete.

– ¿Qué?

– ¡Que te muevas, Alex! –la mire aún más confundido. – Sal de encima de mi o te juro que yo lo hare por ti.

– Loxy...–lo hice lentamente, era una promesa, pero no sabía que mierda estaba pasando. Salto de la cama lo más rápido que pudo, tomo unos vaqueros cortos de una de las cómodas que yo tenía para ella en mi habitación y se los coloco tan rápido como pudo, gruñendo cuando la bragueta no quería subir. Tomo su bolso y lo cruzo sobre su pecho echando en él algunas de sus cosas. – ¿Qué estás haciendo?

– Me voy.

– ¿Qué? No. ¿Es por lo del bebé? No tenemos que tener uno en este momento si tanto te molesta.

– ¿Me molesta? –se detuvo encarándome a los pies de la cama. – ¿Siquiera has pensado en lo que tener un hijo significa? ¿En lo que significaría para ambos? ¿Crees que llevamos la vida ideal para que un crio nazca? ¿Has pensado en ti, en lo que te sucedería? ¿Y en mí, en lo que me convertiría?

– En padre, en madre, Lucy, es bastante obvio –respondí comenzando a cabrearme por su actitud. Resoplo de manera burlona.

– ¿Cómo puedes ser tan ciego? –negó mientras recogía sus zapatillas del suelo y se las colocaba.