* Solo un dato

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Dicho y hecho.

Papyrus todavía seguía en su "siesta de belleza" lo cual era raro ya que la mayoría de mounstros se encontraban activos fuera de las ruinas, miraste tú celular y la hora que marcaba eran las 8:52 am. Era muy extraño que te despertarás muy temprano y lo más extraño es el hecho de que el extraño de la puerta estuviese despierto también, ¿Acaso no dormirá o algo así?

¿Que importa? De todos modos no significa nada para ti, así que no es importante.

Aún seguías pensado en su propuesta, el volver a bajar a hablar con el era inusual, si yo me hubiera encontrado una puerta por ahí y hubiera vida dentro de ella simplemente no volvería nunca más; pero al parecer la curiosidad es demasiada.

El sonido de una puerta abriéndose se escuchó, miraste el pasillo y viste a aquel esqueleto estirandose en el pasillo, este ya tenía su túnica puesta.

– Buenos días Papyrus ¿Dormiste bien? – Dijiste cortésmente.

– Ah humana, ¡Buenas mañanas! – Dijo alegremente mientras se acercaba a ti.– ¡Al parecer eres un humano madrugador, eso me gusta!

Ah...el hecho de que el pensara que fueras una persona madrugadora era algo lindo, no lo eras por supuesto, cada vez que tenías oportunidad te hechabas en cama y dormías unas buenas horas, los fines de semana te despiertas tarde así que eso no cuenta como madrugador, pero aprecias sus palabras.

– Bueno humana, debes de estar hambrienta así que vamos a desayunar algo – Dijo Papyrus sacandote de tus pensamientos.

Asentiste y le seguiste hasta el comedor, le preguntaste si quería ayuda en la cocina lo cual fue una negación inmediata. El te comenzó a contar de sus maravillosas manos culinarias y de todas las actividades que realiza en las ruinas, algunos días hace comida para otros mounstros, ayuda a limpiar los diferentes lugares, realmente hacia lo que podía para ayudar, aunque el trabajo de su puesto original ya había concluido desde hace mucho, el realmente quería ayudar en todo lo posible. La verdad es que Papyrus era una persona...esqueleto muy noble.

Desayunaron Raviolis, nunca los habías probado pero al parecer eran muy parecidos a la lasaña, solo que un poco más pequeños. Con el desayuno concluido decidiste pasar el tiempo para poder ir a tu cita con aquella puerta misteriosa así que saliste de la casa y fuiste a explorar los diferentes cuartos.

Al caminar unos minutos pudiste llegar a un cuarto el cual estaba lleno de telarañas, había un mostrador y enmedio de este se encontraba ¿Una lagartija? De color amarillo, la cual llevaba una armadura; está se veia indecisa de que iba a comprar. Deduciste el "comprar" por qué había varios pósters de comida cerca de este sin embargo no podías ver a nadie en el mostrador ¿Será que el cajero será invisible? Si eso fuese así, estarías segura de que ya lo habías visto todo.

Te acercaste un poco y tocaste el hombro de la lagartija muy levemente, está respondió

– Oh, disculpa. Acabare pronto ¡Lo prometo!

Una voz comenzó a hablar.

– Señorita, ha tenido mucho tiempo para elegir, no mantenga a esta clienta especial esperando – Pronunció la voz misteriosa siendo cortés.

La lagartija respondió

– ¡N-no lo haré! Llevaré dos dona-  ¿Es-especial...? – Dijo tartamudeando la palabra especial.

Te volteó a mirar y podías jurar que si estuvieses en un juego, aparecería un signo de admiración encima de ella. La sorpresa era mucha al volver a ver esos lentes redondos, fue el bulto que te había tomado la foto.

[EDITANDO] 💟 - Detrás De La PuertaWhere stories live. Discover now