Sugar_Daddy.com [Yoonseok]

6

Yoongi se dirigió a Seúl con la determinación de decirle a Hoseok sobre su colegiatura esa mañana. El clima frio, se colaba incluso en sus gruesas ropas, que Jungkook había insistido que tomara prestadas de su propia ropa. Al parecer el menor no creía que Yoongi tuviera ropa de "marca" lo suficientemente lujosa como para ver a Hoseok.

Yoongi no se negó por supuesto.

– Calle Rose… –. Murmuró Yoongi, siguiendo el GPS de su teléfono, que le daba la dirección exacta de aquel parque al que Hoseok lo había invitado.

Yoongi seguía pensando en lo que había pasado entre Jimin y Jungkook. Sabía que el menor estaba muy encariñado con Jimin, y aunque Yoongi había pensado que esa relación, apesar de no ser muy común, era sana. Se llevó una gran sorpresa con la noticia de su rompimiento.

Yoongi no quería admitirlo, pero no paraba de pensar en lo que pasaría si se acostumbrara a Hoseok. A estar a su lado, a sus abrazos y sus mimos… y que apesar de eso, todo se acabe tan rápido como lo acabó para Jungkook.

– ¡Yoongi! Por aquí –. La voz de Hoseok le llamó la atención. Se dió la media vuelta y pudo ver a Hoseok unos metros detrás de él. Una gran bufanda cubriendo casi la mitad de su rostro, sus mejillas sonrojadas por el frío y sosteniendo con sus manos cubiertas por guantes, la correa de su perro Mickey. Mickey llevaba un pequeño suéter azul, que Yoongi creia ser más abrigado que alguna de sus ropas.

– Hola Hobi hyung –. Saludó Yoongi, alcanzando al menor finalmente. Yoongi se dió cuenta de que Hoseok no usaba sus lentes como usualmente lo hacía.

– Hola Yoongi, ¿que tal amaneciste? –. Sonrió Hoseok, arrodillándose en el suelo para acariciar las orejas de Mickey, que con el contacto del mayor, comenzó a mover su cola y a saltar.

– Muy bien… ya sabes, la escuela va a empezar dentro de poco –. Mencionó Yoongi, en un vago intento de recordarle a Hoseok sobre la colegiatura que debía pagar. Y por un momento le asustó el hecho de que Hoseok se llegará a negar y a romper su acuerdo.

– Lo sé, ya pagué la colegiatura desde hace una semana –. Murmuró Hoseok, aún sin borrar la sonrisa de su rostro y levantándose. Sacudió sus manos en su costoso abrigo y miró a Yoongi.

– ¿Que..? ¿Quien te lo dijo? –. Preguntó Yoongi. Frunció el ceño. ¿Acaso leía mentes?

– Mi secretario Taehyung me lo recordó, así que ya fue pagado –.

– Oh… –.

Unos segundos de silencio fueron suficientes para que Yoongi perdiera la cordura. Odiaba el silencio entre ellos dos. Y sabía que Hoseok no era bueno en las conversaciones, pero deseaba que los silencios fueran menos constantes. Cada vez que había un silencio entre ellos, lo hacía apanicarse dentro de él.

Lo hacía pensar.

Y a Yoongi no le convenía pensar.

– Tengo una cena esta noche, quería saber si querías ir conmigo –. Mencionó Hoseok, caminando por el camino de rocas grises sin forma que decoraban el parque. Mickey corría frente a ellos, con la libertad que podía obtener sin jalar lo suficiente la correa.

– ¿Una cena? –. Yoongi hizo una mueca. Conocía las "cenas" que Hoseok solía tener. Eran esas típicas cenas lujosas, en las que los hombres llevaban trajes hechos a la medida, y las mujeres llevaban vestidos que revelaban la piel lo bastante aceptables como para no ser llamadas zorras. Ese tipo de cenas, sin duda no eran nada hecho para Yoongi.

– Si, puedo decir que eres algún familiar mío o un amigo –. Explicó Hoseok, mirando a Yoongi con una pequeña sonrisa en los labios. Una pequeña nube de vapor se asomaba cada vez que respiraba, y desaparecía en el aire frío nuevamente.