En las Garras del Lobo

Lobos

Susan

— No te muevas... hay alguien en la casa

Podía escuchar los destrozos que hacían en la parte de abajo mientras Jack quitaba su mano de mi boca y soltaba mis manos

— ¿ Jack que sucede que...

Con un movimiento ágil me tomo en brazos sacandome de la cama susurro en mi oído

— No es momento para preguntas, pueden oirnos, necesito sacarte de aquí

Su cuerpo se encontraba en total tensión , algo muy malo está ocurriendo y lo peor es que Jack no me dice que es, corre hacia la ventana y vuelve de nuevo hacia mi, tomando mi mentón dice

— No Salgas de aquí

— Jack...

El negó con la cabeza y luego saltó  Por la ventana, ¡Dios! Estamos a un segundo piso, corri  hacia la ventana para comprobar su estado, pero ya no estaba allí, me siento nerviosa, los destrozos no cesan  aumentando mi histeria y mis preguntas ¿Quien esta haciendo esto, a donde fue Jack, como pueden oirnos si estamos a un segundo piso? Caminaba dando vueltas en la habitación pero un grito hace que me paralice

— No Por favor....te lo suplico mis hijos no

¡Irina! No puedo dejar que le hagan daño mientras estoy aquí encerrada como cobarde, abrí la puerta de la habitación y salí al largo  pasillo encontrandome con una horrible escena, que sólo podría describir como irreal, si Irina no estuviera bañada en sangre abrazando a sus hijos mientras un lobo enorme, inmenso los acorrala gruñendoles y mostrando sus dientes, tomé un adorno  que descansaba sobre una mesa y sin pensarlo se lo lancé al animal, captando su total atención hacia mi

— ¡ NO!

Gritó Irina cuando el animal giró su cuerpo hacia mi, mostrando sus afiliados colmillos, moriré, que ventajas tengo en esta pelea, si lo sé, un 0% de ganar o salir con vida, mi corazón late a mil por hora, mientras él enorme animal se acerca lentamente, por mi mente pasan todo tipo de pensamientos, pero uno en realidad hizo que respirara profundo y le hiciera caso a la voz de Jack en mi cabeza diciendo
»CORRE GATITA«
Y así lo hice pero sentí una fuerte decepción al ver que el final del pasillo estaba cerca, no había escapatoria, gire mi cabeza para ver al lobo y éste se encontraba casi  encima de mi, por el miedo y mi gran falta de coordinación caigo al suelo preparada para lo peor, cuando él lobo está solo a un centímetro de morderme, Jack aparece y le da  un puñetazo al animal haciendo que retrocediera varios metros, como un rayo  Jack me  toma en brazos y me coloca en su espalda

—Sujetate

Me grita mientras patea la   puerta de la habitación más cercana, y corre a través de ella conmigo a cuestas,  cuando abrió la ventana y  supe sus intenciones mi estómago se revolvió

— Oh no Jack

Me aferre  más a su espalda mientras él tomaba impulso y saltaba por la ventana, caímos en un golpe secó pero firme, Jack comenzó a correr, a una gran velocidad eché una mirada a la casa y ésta se estaba quemando ¿Quien le haría algo así a Jack, ésos enormes lobos, eran mutantes?  Mi cabeza comenzó a doler, no se por cuanto tiempo Jack corrió, pero al ver un claro por fin se detuvo, lo agradecí, pues me estoy congelando, tomo mis manos lentamente y se inclinó para que pudiera bajar de su espalda, al sentir la fría nieve sobre mis pies descalzos mi piel se erizo, asi que me abrace a mi misma, Jack se giro y se inclinó a mis pies y comenzó a tocar desde mis piernas hasta mi rostro

— No estás herida

— No, pudiste habermelo preguntado....solo me estoy congelando

Jack me abrazó, se sentía tan bien

—Estas tan calido, y no tienes camiseta ni zapatos ¿Como es posible? Necesito respuestas, necesito que....

El rugir de un todo terreno hace que detenga mis preguntas, me tenso al instante, pero Jack no

— Son familia nos sacarán se aquí

Gracias al cielo, estoy muy asustada aunque traté de disimular mi miedo es palpable, cuando él enorme vehículo se detiene frente a nosotros, de él sale un hombre de unos 30 años muy guapo por cierto, me congeló, pero no soy ciega,

— Alpha lamento...

— Ahorrate las escusas, ¿Has traído lo que te pedí?

— Si señor

¿Alpha? que clase de apodo es ese, el hombre extiende un bolso de Deportes a Jack, quien lo toma mientras abre la puerta trasera del todo terreno, me abraza  me deja en el asiento y comienza a sacar unas mantas y una camiseta enorme que de seguro eran de
él, mis dientes castañaban del frío

— Estas muy helada, quitate la ropa, esa esta empapada

Lo mire y el fijo su vista en mi

— No veré nada que no haya visto ya

Me ayudó a quitarme la pequeña dormilona y me colocó la enorme camiseta, empezó a secar mi cabello con una de las mantas mientras que con la otra envolvió mis pies

— Mejor

—Ss..si

Dejó el bolso  en el maletero  y tanto él, como el hombre entraron al vehículo en total silencio

— El cinturón Susan, pontelo

Lo hice sin resongar, mientras comenzábamos a movernos en dirección desconocida, por lo menos para mi......

Un regalito de fin de semana besos electrónicos