Suya

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— Mia..

Gruño al seguir acariciando mis muslos, en un momento no supe como es que termino encima de mi, levantó mi blusa y comenzó a besar mi abdomen dejando un caminó de besos, estoy tan excitada con lo que hace , que solo deseo que no deje de hacerlo, su barba raspa un poco mi piel mientras que su largo cabello  me hace cosquillas, siguió descendiendo y no lo detuve cuando de manera casi sobrenatural  se deshizo de mis bragas, mi respiración se aceleró al sentir su aliento cerca de mi zona íntima tan cerca, abrí mis ojos conectandome con los suyos que se encontraban completamente negros, pero no me produjo miedo sabía que estaba tan excitado como yo, su cabeza comenzó a descender hasta mí centro de placer y justo cuando recibo su lengua caliente sobre mi sensible piel... tocan la puerta, logrando detener por un momento a Jack

—¡ Que quieres!

Gruño  aun entre mis piernas

— Disculpe Rey , el señor Caleb Está aquí y necesita hablarle de manera urgente

Gruño un par de maldiciones,  y se levantó, tomó las sábanas y me cubrió, mientras yo seguía estática y frustrada, se acercó de nuevo a mi boca colocándose encima de mi dijo

— Sólo por esta vez, considerate salvada, la próxima, ni que venga el mismo Papa, me importará, sigue durmiendo, recibiré a Caleb

Me dio un beso de esquimal y se fue dejándome aun  en K.O....

Después de una ducha caliente para bajar la tensión de la mañana, bajo a desayunar junto a Irina, después de hacerlo tomó el teléfono y llamó a casa,  y luego de una larga plática con mama, me quedo observando por la ventana como los copos de nieve empiezan a caer, me encontraba tan absorta en mis pensamientos que no me había dado cuenta de la presencia de Jack

— Me asustaste

— Tengo que irme

— ¿Vas a buscarlos verdad?

Jack  Solo se limitó a asentir

— ¿Vas a asesinarlos?

Solo pensarlo me produce malestar

— No hagas una pregunta,cuya respuesta no te va a gustar

— ¿No existe una forma de llegar a un acuerdo como la cárcel?

— No, esto es diferente, se han metido con mi gente y eso jamás quedara sin castigo

— No estoy de acuerdo, pero no podría hacerte cambiar de padecer

Se acercó hasta mí y estando a sólo centímetros  ordenó

— No salgas de la casa

— ¿A donde iría, no conozco a nadie?

— No es seguro fuera

— ¿Y aquí sí?

— Sólo intentó protegerte, no salgas de la propiedad hasta que yo regrese, prometelo

— Esta bien, sólo ten cuidado

— No te preocupes por mí , se cuidarme bien

— Lo que digas

Y se marchó así sin más, el Jack juguetón de esta mañana se había esfumado....

2 semanas después...

Me estoy divirtiendo a lo grande, estamos fuera de la casa, jugando con la nieve, los hijos de Irina y otros niños más de la manada, me gustan los niños, pero más cuando no son míos, no creo ser una buena madre, así que nunca me lo he planteado, mi futuro siempre lo veía distinto a las demás chicas que sólo querían tener una linda casita con flores un marido un perro y varios hijos, más sin embargo yo sólo me veía sentada frente a un ordenador dando órdenes, una bola de nieve impacta sobre mi abrigo sacandome de mis pensamientos

En  las Garras del LoboWhere stories live. Discover now