En las Garras del Lobo

Dolor

— Gracias estaba muy rica

— Sabes que soy un excelente cocinero

— Eso no lo voy a discutir

Álex se levantó y llevo mi plato al fregadero y  luego abrió la heladera y sacó un tarro de helado de  fresa, tomo dos cucharas y me tendió una  mientras abría el tarro

— Espero que tengas espacio para esto

— Jamás despreciaria mi postre favorito

Comencé a comer y un nudo se formó en mi garganta al pensar que Jack no se tomó ni siquiera la molestia de saber mis gustos mas básicos

— Estás pensando en el

Solo baje la mirada y asenti

— ¿Quieres hablar sobre ello?

Tome una respiración profunda y comencé a contarle todo, logrando que Álex se enojara

— ¿Dime el te hizo eso?

Prácticamente grito señalando mi pie 

— No fue el

— Se supone que debe de protegerte y amarte y ha echo todo lo contrario, es un imbécil, quiero romperle la cara

— Por favor ya no quiero más problemas

—  Esta bien, ¿Qué vas hacer ahora, vas a casa de tu madre?

— ¿Puedo quedarme un tiempo contigo?, no estoy para los interrogatorios de mamá

— Claro que puedes Su

— Gracias por hacer esto por mi

— No las merece, eres mi chica especial, ahora a dormir....

Gracias a Alex he pasado unos días muy tranquilos poco poco trató de recuperar mi vida, aunque es un gran reto por ahora, volví a casa de mi madre a mi antigua habitación, es extraño pero es mi lugar seguro ahora, el pequeño Matthew me distrae por el día, pero por las noches sólo los recuerdos sobre Jack inunda mi mente haciendo que él dolor en mi pecho sea tan insoportable que sólo llorar me produce alivio, salgo de la habitación y entró al balcón cerrando las puertas corredizas detrás de mi, tomo asiento mientras los sollozos se hacen más fuertes, un pequeño golpe en la madera me avisa la llegada de Alex

— Dime...por favor dime que algún día dejará de doler

Álex bajo su cabeza respondiendo silenciosamente a mi pregunta

—  No quiero  sufrir más por él

se acercó a mi y me abrazó dándome consuelo en silencio, después de un tiempo en el cual mis lágrimas cesaron un poco, alce mi cabeza para observar a Alex, quien tiene la mirada perdida

— Lamentó mucho que tengas que escuchar esto, sabiendo todo lo que sientes por mi

Me observa con ternura  mientras acaricia  mi cabello

— El amor es así, creo, solo quiero que sepas que me alegra que puedas confiar en mi y quiero que sepas también,  que siempre estaré aquí cuando me necesites

— Te quiero Alex, y no sabes cuanto lamento que no sea de la forma en la que deseas y mereces, quien sea tu Luna será muy afortunada de tenerte

— Solo lo dices por que se cocinar bien

— No es sólo por eso

— Por lo menos mí Luna no morirá de hambre

Álex y sus ocurrencias siempre me hacen reír y olvidar un poco todo esto, solo espero que él tiempo se encargue de sanar todas mis heridas, necesito  recuperar mi vida, y lo haré cueste lo que cueste...