Mi Vida con Ellos (Black Veil Brides (BVB)).

Capítulo 32

**Una semana después.**

*Narra Liliana.*

En la escuela, he aprendido un nuevo idioma, llamado "idioma adolescente" que me cuesta un poco seguirlo, pero más o menos lo entiendo.

Ash siempre me pregunta si tengo amigas... ¿Amigas? Si consideran como "amiga" a una persona que critica a su propia familia en privado o público, que critica tus gustos, viste con ropa que deja al descubierto casi toda su piel, tiene "aventuras de una noche" (me he traumado con eso) con todos los chicos que se le cruzan... Si esas en esas condiciones es tener una amiga, pues si tengo una que es la líder del grupo de putizorras.

Ahora, mi lugar en el aula es contra las ventanas en el primer asiento, donde siempre algún papelito de algún chico (pidiéndome que sea su "amiga con derechos" o cosas parecidas) son cosas muy comunes.

Me juntaría con el grupo "emo" (amo su estilo), pero ellos creen que por juntarme por una semana con el grupo de "putizorras" soy como ellas y no quieren que esté con este grandioso grupo, por lo que me la paso sola todo el tiempo, con la voz de Andy o de Denis sonando en mis auriculares.

Ya le he suplicado a los chicos que me cambien de escuela, pero ellos no pueden cambiarme, porque ninguna otra escuela me quiere aceptar porque "ya no hay vacantes disponibles", así que, hasta que algún alumno se cambie a esta escuela, no me puedo ir.

Como no se que hacer, me puse mi nueva maya (es una bikini de Batman (no había de BVB o Asking Alexandria en el momento que compré mi traje de baño)) y me metía a la pileta.

Por suerte, en las tardes, la casa le da sombra a la pileta, ya que el sol está del otro lado, así que puedo meterme a la pileta tranquilamente sin tener riesgo de quemarme.

Mientras estaba sobre la colchoneta inflable para agua en forma de unicornio (imagen en multimedia) escuché que empezó a sonar una guitarra eléctrica, como si alguien tuviera un fuerte enojo.

"Pobre guitarra"- pensé.

Me tiré para un costado y salí del agua.

Una vez fuera del agua, me sequé y me puse un short de color negro con bordes blancos.

Escuché que la música provenía de la casa de enfrente.

Crucé la calle (casi me atropellan) y toqué la puerta.

Seguí escuchando la dulce melodía de la guitarra, pero nadie abrió la puerta.

Volví a tocar y dejé de escuchar la guitarra.

Alguien abrió la puerta.

-Hola- dijo Samuel y me miró-. ¿Qué sucede?

-¿La melodía de la guitarra proviene de aquí?- pregunté.

-Lo siento... No quise molestar... Ya le bajo el volumen- dijo el chico.

-No- dije y se detuvo-. No le bajes.

-¿Qué?- me dijo, algo confundido-. Pensé que no te gustaba.

-Amo el rock, el metal y sus derivaciones- dije y sonreí-. Y veo que a ti también.

-¿Quieres pasar y charlamos un poco más?- me dijo, con una sonrisa.

-Ok- dije.

Entré a la casa.

-¿Sabes tocar la guitarra?- me preguntó.

-Si y no- dije.

-¿Si y no?- dijo, muy confundido.

-Si se, pero no es el único instrumento- dije.

-¿Qué otro más?- me preguntó.

-Guitarra normal, guitarra eléctrica, batería, violín, violín electrónico, bajo y tengo intención de aprender piano- dije-. Además de eso, canto.