Capítulo 2

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Capítulo 2: Argentina, nuevamente hola.

Habíamos llegado a nuestro destinó Argentina. Estaba vestida de mujer grande o algo similar. El caso es que no tengo que mostrar mi identidad porque estamos en un aeropuerto y sin guardaespaldas. El idiota de Stan iba con su aspecto normal, con lo cual nadie sospechaba de él.

Subimos al carro y en eso dice algo.

—Emm... —nervioso—. Se me olvidó decirte algo —dijo aun más nervioso.

—¿Qué?

—Pues, no compré un departamento.

—What? ¿Me estás jodiendo Stan? —contesté alterada con mi spanglish.

—No hay que alarmarse. Además, nadie sospechó de ti —comentó gracioso.

—Ja ja ja —reí sarcástica—. Da lo mismo —suspiró, agarrándome la cabeza.

Llegamos a un hotel lujoso de 5 estrellas, era unos de los hoteles más prestigiosos de Buenos Aires.

—Buenos días ¿Me permite sus datos? —habló la recepcionista tecleando.

—Amm... sí. —Di mis identificaciones mias y de Stan que estaba en el carro haciendo no se qué.

Ella miró confundida.

—Disculpe, pero esta persona no es usted.

Reí irónica.

—Excuse me? Soy la diva number one del país, o sea Sara Lawrence —hablé arrogante.

Se rio en mi cara.

—Si claro, y yo soy Ariana Grande —se burló—. Tendré que llamar a la policía.

Abrí los ojos como platos.

—No creó que sea necesario. —Tire a un lado el teléfono.

—Seguridad hay una estafadora aqui —grito desesperada.

—¿Que esta pasando? —Apareció Stan.

—Esta loca que no me creé que soy yo —dije alterada.

—Señorita hay un error, ella es la verdadera.

—No lo creó. Seguramente usted también es cómplice ¿Verdad?

—Pero... maldita pe —me tapó Stan la boca.

Vinieron los de seguridad y nos llevaron a un apartado. Mientras gritaba que no me tocasen.

—En 10 minutos vendrán la policía para llevarlos a comisaría —explicó el policía.

—Pero ¿que carajo les pasa a ustedes? Que los denunció ¡eh! —grité amenazante.

—No lo creó, viejita —burló.

Enojada me quite la peluca y los lentes.

—¿Ahora si me creé?

—Puff.

Saqué un papel y un bolígrafo e hice una firma.

—Compruébalo buscando en Internet. —Mencioné mostrándole.

—Se va arrepentir lo que hicieron —burló Stan.

El hombre busco en Internet y se dio cuenta quien era la mismísima Sara Lawrence, pidió disculpas llevándonos a nuestra habitación.

Entramos al cuarto, pedimos el banquete. Luego de un rato terminamos la comida y nos fuimos a dormir.

En un momento suena mi teléfono.

Ven a mí, amado profesor [Terminada]Where stories live. Discover now