Capítulo 12

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Capítulo 12: El mejor cumpleaños.

Narrador omnisciente

Habían pasado semanas y hoy era el día en que Darío cumplía años, exactamente 36 años. Stan y Sara, planearon una salida con los niños en el parque de diversiones, aunque le dolió a Sara el hecho de pensar que la esposa no iba estar allí en su cumpleaños.

Darío estaba alegre con sus hijos, estaban listos para irse hasta que tocan la puerta. Abrió y era Sara.

—¿Qué haces aquí? —dijo con una cara de "¿Quién verga te invito?".

—Holis. —Saludó ella.

—Esta invitada a la salida, papá —dijo Nico.

Darío la miró con cara de orto y tuvo que dejar que ella viniese sin poder protestar.

Los niños iban de un juego a otro, estaban disfrutando mas que su propio padre y es que a pesar de que disimulase sonrisas se le notaba esa angustia y tristeza que tenía... la razón era su esposa.

P.O.V Sara.

Noté a Darío con una mala cara, entendí que el no quería que yo estuviese.

—Me voy —dije yéndome, una mano me sostuvo el brazo. Giré confundida.

—No te vayas, no sos vos —contestó con un nudo en la garganta.

»Que ganas de abrazarlo, puta«, pensé.

—Si es por los niños, yo les doy una explicación —aseguré.

—No, no es por ellos —confesó.

—¿Entonces? Porqué en verdad que me caga tu cara de mamon.

»Verga, quizás me pase«.

Se sorprendió por mis palabras.

—¿Mamon?

Rodeé los ojos.

—Es una expresión mexicana y si quieres saber el significado búscalo por Internet, cero ganas de explicar.

Se quedó callado por unos segundos.

—¿En verdad pasarás así tu cumpleaños? —pregunte cansada de su actitud.

—Es que no entiendes cuando la mujer que amas... —rodaron lágrimas por sus mejillas—, la mujer que amas, no esta aquí.

Me dolió verlo tan mal.

—No quiero que me vean los niños así. —Se pasó la mano limpiando sus lágrimas.

»¿Lo abrazó o no? Verga ¿por qué me cuesta? Mejor me voy a narnia o mejor no... «, pensé indecisa.

Sin dar tanta vuelta lo abracé inesperadamente.

—Lo siento mucho, pero recuerda que tienes a los niños y a mí o quizás no, porque no se si soy tu... —me abrazó mas fuerte, esta vez yo era también la sorprendida.

—¿Para cuando subiremos? —habló una voz conocida. Nos separamos y como era de esperarse Stan nos miraba con una sonrisa.

[...]

Luego de ir a muchos juegos, llegamos con hambre a la casa de Darío, ahí le esperaba una sorpresa. Cuando abrió la puerta, estaba la sala con globos por todos lados, en la mesa había muchos regalos y la cocina comida e torta.

Quedó con la boca abierta.

—Supuse que te gustaba más festejar en la casa que en un restaurante. —Hablé sonriente, él me respondió con una media sonrisa.

Ven a mí, amado profesor [Terminada]Onde histórias criam vida. Descubra agora