✧Momento embarazoso.

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Ese día había práctica general, por lo que todos los participantes restantes del GPF estaban esperando por su turno para ensayar en la pista. En esos momentos era Otabek el que estaba practicando su programa libre, y Yuri le veía mientras bebía su tercera botella de agua. Él ya había hecho su ensayo, mas seguía con su ropa de ensayo pues prefería cambiarse cuando estuviera por irse. Escuchó a JJ avisarle a Chris que iría al baño, y cuando pasó por su lado le dio una caricia algo brusca en la cabeza.

—Linda presentación, gatito.— dijo burlón.— Pero para el día de la competencia trata de no caerte.

—¡Púdrete, imbécil!- gritó Yuri, dándole un manotazo al canadiense, el cual esquivó para luego irse riendo.

Plisetsky hizo un mohín y se cruzó de brazos. Vio a Otabek acercarse a él y sentarse a su lado. 

—¿Ocurre algo, Yuri?

—Nada, no te preocupes.— sonrió de lado y volvió a beber de su botella, dejándola vacía.

Ahora era turno del Yuri japonés, quien terminaba de ajustarse los patines antes de entrar a la pista. El rubio dejó la botella a un lado y se levantó de su asiento.

—Iré al baño, ya vuelvo.— luego de escuchar un "de acuerdo" de su amigo, se dirigió al baño rápidamente.

La música del programa libre de Katsuki comenzó a sonar, lo que dio paso a éste de comenzar. Sin embargo, eso no duró mucho, pues un fuerte grito se escuchó a lo lejos. La música se detuvo y todos se pusieron alerta.

—¿Qué fue eso?—preguntó Chris.

—¡Fue un grito de Yurio!— exclamó Víctor.—Creo que vino del baño.

Y todos, como viejas chismosas, se dirigieron al baño de hombres a ver lo que ocurrió. Cuando llegaron vieron  un JJ tirado en el suelo y con la marca de un puñetazo en el rostro, pero lo que más les llamó la atención fueron los escandalosos llantos del rubio, que se encontraba dentro de uno de los cubículos.

—¿Qué ocurrió aquí?— preguntó el peli-plateado.— ¡¿Qué le hiciste a Yurio?!— soltó en voz alta.

—Y-Yo...— se podía notar que JJ no podía hablar bien, no por el golpe, sino porque estaba aguantando la risa.—... Es que el gatito...

—¡NO LO DIGAS!— exigió el ruso menor desde el cubículo, para luego seguir lloriqueando.

Por su parte, Otabek se limitaba a ver la escena frente a sus ojos: Víctor a punto de agarrar del cuello a Jean, quién se limitaba a intentar no reírse y los llantos de su mejor amigo de fondo. Miró hacia el suelo y vio un pequeño charco, pero la voz de Pichit lo distrajo.

—¿Sería muy inoportuno sacar una foto de este drama?— preguntó con inocencia.

—¡Sí!— le gritaron todos en respuesta a ello.

Katsuki entró jadeante, completamente informado del asunto, pues se tardó al tener que quitarse los patines él solo. 

—¿Qué ocurre? Víctor, ¿Por qué estás amenazando a JJ?

—JJ hizo llorar a Yurio.— explicó él.

—¡¿Qué?!

—¡Váyanse de aquí! ¡Fuera!— Plisetsky le dio una patada a la puerta de su cubículo, para indicar que hablaba en serio.

—Pero, Yurio...

—¡FUERA!- al escuchar la rabia que contenía en menor, decidieron dejarlo tranquilo. Altin se quedó por unos segundo quieto, pero decidió irse cuando todos habían salido.

—Otabek...— se detuvo al oír el débil llamado del rubio.—¿Sigues ahí?

—Sí.

—¿P-Puedo pedirte un favor?

—Claro.

—¿Puedes traer mi bolso? 

—Bien, pero dime lo que pasó.—se apoyó en la puerta del cubículo para oír mejor.

—¡No! ¡Es muy vergonzoso!— negó rotundamente.— Te reirás.

—¿Alguna vez me has visto reír?—hubo un silencio incómodo.—Puedes confiar en mí.—Escuchó un suspiro del otro lado de la puerta.

—Bueno... pero no se lo cuentes a nadie.—aclaró su garganta.—Cuando venía hacia aquí... el idiota de JJ apareció de la nada y me asustó.

—... ¿Era eso? No es para tanto.—simplificó el kazajo.

—¡No es eso, joder! Bebí demasiada agua, tenía muchas ganas de ir y JJ me tomó por sorpresa.

Otabek trató de ordenar todas las piezas que le estaba dando Yurio, entonces volvió a ver el charco en el suelo. Abrió los ojos como platos y giró viendo a la puerta.

   —Yuri... ¿Acaso tú...?—volteó a ver que no hubiera nadie cerca.—¿Te orinaste?

—¡No lo digas! ¡No quiero escucharlo!—golpeó la puerta varias veces.—Por favor, tráeme el bolso.—suplicó derrotado.

—D-De acuerdo. No tardo.—se fue corriendo en busca del bolso del rubio, haciendo lo posible porque nadie lo viera; para su suerte, habían vuelto a los ensayos restantes.

Regresó al baño y le entregó su bolso Yuri sobre la puerta. Esperó un rato a que el menor saliera; cuando lo hizo, mantuvo la mirada baja, pero de igual forma se podía apreciar su rostro enrojecido de la vergüenza y los rastros de lágrimas secas en sus mejillas. 

-Tranquilo, ya pasó.- dijo como consuelo Otabek, sobando la espalda del ruso, mas este ni se inmutó y siguió caminando.

Llegaron a donde estaban todos, y el primero que notó su presencia fue el causante de la vergüenza de Plisetsky. Éste dejó salir todas las carcajadas contenidas a la luz; Yuri sintió la sangre hervir, apretó los puños y se decidió a ir a darle una paliza al canadiense. Pero Otabek lo detuvo en el acto y le dijo "Yo me encargo". Se acercó tranquilamente hacia donde estaban JJ y Chris sentados y, antes de pasar de largo, le dio un manotazo a la lata de refresco que había en el portavasos,  haciendo que esta cayera en los pantalones de JJ.

—¡Mierda!— se levantó de golpe, viendo su pantalón mojado en la parte de la entrepierna.—¡Mira lo que hiciste!

—Oh~ pareciera que te hubieras meado.—dijo entre risas Chris.—O que te hubieras venido~

—¡Mierda, mierda!—salió corriendo hacia el baño para secarse, sin poder evitar que los presentes se dieran cuenta de sus pantalones.

Otabek se acercó con una sonrisa triunfante hacia Yuri, quien también le sonreía agradecido.

—Gracias, Otabek.—a lo que él levantó el pulgar como respuesta.

[13/01/2017]

Davai? Davai ||Otayurio||Where stories live. Discover now