Capitulo (21)

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Al día siguiente se despierta, no sabía si era de día o seguía siendo de noche, esa habitación era demasiado oscura y no tenía ni siquiera una ventana. Ella se sienta en la cama y su primer Recuerdo es de Cristian, le preocupaba un poco que él estuviera ahí, sentía que estaba en peligro pero le tranquilizaba que hubiera policías y un buen detective a su lado, era tan extraño que lo hayan dejado venir con ellos, no sabía que eso era legal. Pero esa pregunta se la respondió rápidamente al recordar lo insistente que era su novio.

Ella sonríe tontamente al recordar las veces que insistía cuando le hacía una pregunta y ella no quería responder, pero esa sonrisa se borra de su rostro cuando escucha que abren la puerta, el hombre que la abría enciende la luz y ella se le dificulta ver con claridad, pero cuando se acostumbra a la luz, ve que es el amo y un gran calor frio la recorre, ella entra en pánico.

•Por favor, no me hagas daño• Pide ella en suplicas levantándose, pero había olvidado su herida en la pierna, el dolor fue tan insoportable que cayó al suelo y dio un quejido de dolor.

•No voy hacerte daño preciosa• Dice el amo acercándose a ella, cuando están enfrente, él la besa, ve su herida y añade •Lo siento mucho por hacerte esto, no era consciente de lo que hacía, Discúlpame•

•Eres un maldito enfermo, ¿Que me vas hacer hoy para que mañana te vuelvas a disculpar?• Dice ella frunciendo el ceño.

•¡Cállate!• Grita él y le da una abofeteada •No me insultes, no tenía pensado hacerte nada, pero veo que eres una estúpida que no hace caso. Además, ¡¿Quién te ha puesto esto?!• Pregunta gritando a Nicol, al ver de nuevo la venda en su pierna.

•Yo… Yo misma me he curado, ¡¿Qué crees?!, ¡Que voy a dejarme desangrar ahí!• Le grita ella también.

•¡Silencio, maldita sea, eres obstinante!•

•Entonces si tanto te molesto asesíname, veo que para eso no tienes compasión, eres un animal, Jeicok, tú no te mereces el perdón y tampoco mi miedo, me das lastima. Te llenas el vacío dando órdenes, maltratando y asesinando a personas inocentes, pides respeto cuando eso no existe en tu diccionario, porque lo exiges y tú no lo das. ¿Qué piensas?, que asesinando a otras mujeres delante de mí, va hacer que te respete y tenga miedo, pues no, si a mí no me respetan yo no respeto. Y si quieres golpearme, hazlo, si quieres hacerme sufrir, hazlo, si quieres asesinarme hazlo, ¡Maldición!, pero nada hará que mi opinión cambie a cerca de ti, eres repugnante• Dice ella gritando aun en el suelo y furiosa.

•Te arrepentirás de cada palabra que esas diciendo•

•Yo no suelo arrepentirme de lo que digo o hago•

Nicol por un momento se da cuenta que en la habitación no estaban solo ellos dos, también estaba Cristian, el detective y otros dos hombres. Cristian la miraba serio y Nicol sintió la necesidad de ir en busca de sus brazos, Cristian se dio cuenta de lo que ella quería, es como si le leyera el pensamiento, el cual él hiso un leve movimiento con la cabeza diciéndole que “No”.

•¡¡QUIERO QUE TODOS SE VAYAN!!• Grita el amo, desesperado.

•Pero señor, ¿Y a lo que veníamos?, ¿Que hacemos entonces?• Preguntó uno de los hombres.

•¡¡FUERA HE DICHO!!• Vuelve a gritar.

•Si señor• Todos salieron de la habitación, Cristian Salió preocupado, el amo se veía muy furioso, temía a que le hiciera algo a Nicol.

Cuando ya estaban completamente solos, Jeicok observa a Nicol, se acerca a ella y tiende su brazo para que ella lo agarre y pueda ayudarse a levantar y eso hiso, se levantó y el ayudo a que se sentara en la cama. Nicol no podía comprender el comportamiento del amo. Jeicok la observaba, de arriba abajo, realmente le parecía una chica muy hermosa.

Vale la pena todo por tiWhere stories live. Discover now