Capítulo LXVII

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Luego de salir del departamento de Hillary, Peter caminó hacia su auto, lo encendió y lo puso en marcha, todo sin estar realmente presente. Su alma le había abandonado en el momento en que la chica que había amado desde que eran adolescentes se había ido de la casa que compartían. Su corazón se quedó recluido en aquel sofá donde vio las fotografías de su amada en los brazos de otro sujeto. En ese momento, su mente viajó hacia el momento exacto en que empezó a ver a Brandon como su rival. Su mente viajó al instante en que descubrió que tenía un fuerte contendiente en la disputa por el amor de la dueña de los ojos miel más tristes y hermosos del mundo.

~*~

Peter estaba camino al gimnasio de la preparatoria, emocionado luego de que su entrenador le contó que, en el último partido del campeonato de la campaña anterior habían en el publico varios reclutadores que se mostraron interesados en él y que solo faltaba que decidiera a que universidad quería asistir para terminar de gestionar su beca.

Estaba extasiado. Saber que ya tenía prácticamente asegurado su futuro universitario cuando apenas estaba comenzando su último año en la preparatoria era algo bastante afortunado.

Llegó a su destino y allí fue que la vio. Aquella muchacha a la que tanto molestaba estaba sentada en el borde de la piscina del gimnasio, por extraño que sonara era raro ver a esa chica en ese lugar pues a ella parecía causarle repelús toda actividad deportiva y, sin embargo, allí estaba, usando un discreto traje de baño negro, con pequeñas y grandes gotas de agua recorriendo su anatomía, dispuesta a salir de la piscina.

Era hermosa, demasiado para su propio bien pensaba él, pero eso era algo que no le diría. A pesar de lo mucho que la molestaba, Lily no daba indicios de querer demostrar la derrota que seguro sentía cuando él y sus amigos se burlaban de ella, por el contrario, se mostraba combativa, dispuesta a dar la batalla.

"Si tan solo hiciera lo mismo en casa y no dejara que su padrastro le pegara, si tan solo tomara cada gramo del coraje que muestra para enfrentarme y se fuera a vivir con su padre". Ese era el mantra que el adolescente se repetía cada que las ganas de probar los rosas labios de la chica eran más fuertes que las ganas de sacudirla por los hombros para hacerla reaccionar.

Hacía casi un mes que se habían enfrentado por última vez, la chica subió al autobús escolar usando unos pantalones de pijama con motivos de cupcakes y no pudo evitar burlarse de ella, ¿qué persona en su sano juicio usa pantalones de pijama para ir a la escuela?

"Lindos pantalones, Punching bag!" dijo mientras le daba una palmada en el trasero, las palabras para tratar de ofenderla, la palmada para satisfacer sus ocultas ganas de tocar cualquier centímetro de su anatomía. En ese momento cada persona del autobús se detuvo esperando la reacción de la chica, quien solo se dio vuelta dispuesta a replicar, una replica que se quedó a mitad de camino cuando él le tomó una fotografía.

Te encontraré (Vida en Línea #2)Where stories live. Discover now