Capítulo 20.
Origen.
―El chico nos va a odiar por esto― se quejó el viejo Rafa.
―No podría, no existe el odio en su corazón― respondió ella muy segura.
La mirada de Daniel viajaba del rostro de Gabriela al rostro de Rafael y viceversa; después de la divertida y amena comida en "Los Arcángeles" gracias a la compañía de Mimí y Bruno, había regresado a la oficina, ahora había finalizado su jornada y se disponía a ir a casa no sin antes reunirse con Lucas; pero justo cuando las puertas del elevador se abrieron se encontró con Rafael y Gabriela dentro del cubículo metálico, estaban discutiendo.
―Bueno, entonces nos matará― volvió a quejarse el hombre mayor.
―¿Quieres dejar de decir eso? Daniel pensará que Luc es un asesino.
―¿Y no lo es? ¡Ayy!― se quejó cuando la mujer le pellizcó el brazo; ―¡eres una bárbara!
―Ignóralo y entra por favor― ahora Gaby se dirigía a Daniel, quien no lo pensó demasiado e ingresó al elevador.
En cuanto las puertas se cerraron la luz se atenuó y aunque Daniel presionó el botón del piso deseado el ascensor no se movió, incluso las lucecillas del tablero se apagaron.
―¿Pero qué...?
―Tranquilo― le interrumpió Gabriela, ―así está bien, tenemos qué hablar.
Ante aquellas palabras no pudo evitar tensarse e imaginar cosas muy locas, tal vez esos dos eran demonios devora-personas y pretendían torturarle.
―Debemos decirte algo sobre Luc― agregó ella, entonces los pensamientos de Daniel cambiaron de rumbo: probablemente sus dudas se esclarecerían.
―¿Sobre qué exactamente?― se atrevió a preguntar.
―Sobre la realidad; Luc no es malo, él es un buen chico en busca de cariño y protección, y nos alegra mucho que lo haya encontrado en ti― le sonrió Gaby, las comisuras de sus labios dejaban a la vista unas suaves arrugas.
―¿Protección?― parpadeó algo confuso, ―si el día de ayer apareció un enorme...
―No no― interrumpió Rafael, ―no ese tipo de protección, sabemos que él es capaz de mandar al otro mundo a cualquiera; Gab se refiere a tener un cariño especial, en un lugar al cual él sepa que pueda regresar y ser él mismo sin temor a ser juzgado; ha estado muchos años solo, sin un compañero que le comprenda, que cuide de él y le apoye, sin tener un refugio y un verdadero hogar.
―¿No tiene donde ir?― Daniel frunció el ceño confundido, ―he escuchado a sus hermanos preguntarle sobre regresar a casa.
―¿Has visto a sus hermanos?― preguntó sorprendida Gabriela.
―Sólo a dos, a uno le llamó Sam y al otro Demmon― explicó.
Ella miró a Rafael algo dudosa antes de explicar; ―él tiene cuatro hermanos mayores.
―Sí, Lucas me lo ha dicho; pero sólo eso sé― tenía la esperanza que de que este par le dijera más.
―¿También te ha hablado sobre su padre?― intervino Rafael.
―No, únicamente he oído que sus hermanos mencionan una visita que debe hacer.
La mujer exhaló antes de decir, ―su padre es Belcebú.
―¿Quién?― poco le faltó para que su mandíbula se descolocara.
―Satanás, el diablo, el demonio supremo― habló Rafa.
―Sí, sí; comprendí― y lo había hecho, pero la pregunta fue más bien un acto reflejo ante la impactante declaración y el recuerdo de las palabras de Lucas: Puedo describirlo como el mismísimo diablo.
―¿Entonces por qué preguntas?― le hombre mayor se cruzó de brazos.
―Luc y sus hermanos sólo comparten el mismo progenitor― comenzó Gabriela su explicación ignorando y dejando a un lado por el momento a Rafael, ―Demmon es el mayor de los cinco, su madre es una súcubo; la segunda es Hellen, nació de una quimera; Samael, o Sam, es el tercero y es mitad humano, su madre era una mujer común. Años más tarde de la unión de Raguel y Satán nació un par de gemelos.
La mente de Daniel estaba hecha un lío pero trataba de acomodar la nueva información lo más rápido que podía; una mujer mortal gestando a un demonio era imaginable, sabía qué era un súcubo y una quimera pero no la última madre.
―¿Quién es Raguel?― preguntó.
―¿Niño, nunca has escuchado sobre los arcángeles?― rebatió el hombre mayor; ―Miguel, Gabriel, Rafael, Uriel, Raguel, Sariel y Remiel, este último se encarga de los resucitados― se acercó a Daniel para susurrar algo que podría ser un secreto, ―aunque para ser honestos tiene el trabajo más fácil, no ha habido resucitados en varios cientos de años.
―Pero los arcángeles son hombres, ¿cómo fue posible que..?
―Te equivocas― le interrumpió la mujer, ―los arcángeles así como los demonios puros son seres neutros, ellos pueden decidir qué rol o género tomar cuando se materializan.
―¡Espera!― Daniel abrió los ojos enormemente, ―eso quiere decir que...¡Rafa y Gaby! ¿Rafael y Gabriel?
Ambos mayores menearon la cabeza afirmativamente.
―Eso es...― ¿Inaudito? Simplemente no tenía palabras para describirlo.
Al notar que el chico no decía nada más Gabriela espero un par de segundos y decidió retomar su relato, ―Pues bien, de la unión Raguel y Satán surgieron dos seres: de Satán nació Luzbel y de Raguel nació Lucifer.
El gesto de Daniel era de evidente duda y desconcierto: ¿Un demonio y un arcángel qué cambiaban de género habían dado a luz? ¿Qué tenía que ver todo eso con Lucas? La última cuestión la hizo en voz alta.
Ella le contestó, ―Luc, Lucifer, Lucas.
Tres letras, tres palabras que parecieron tres puñetazos dejaron sin aliento a Daniel.
―Tranquilo muchacho― fue consciente de que la fuerza había abandonado sus piernas cuando notó que estaba en el suelo, Rafael le había ayudado a deslizase por la pared hasta quedar sentado, ―no es tan malo como suena.
―Al provenir directamente de un arcángel Luc es especial, te lo dije antes, él no es malo; su corazón es como el del ente que lo trajo al mundo: justo, imparcial y armonioso; aunque posee los poderes y características de Satán― explicó Gabriela, ―le has visto ser agresivo y mortal con Bell y con Kérberos, le has escuchado bromear y mofarse de situaciones e incluso de las personas, pero eso es sólo lo una pequeña parte de él que usa a manera de escudo porque sus hermanos son rudos; Luc en realidad es dulce, cariñoso, tímido, muy sencillo y pacífico.
―¿Tú le quieres y has estado a gusto a su lado, no es así?― preguntó Rafael.
―Sí.
―¿Entonces qué diferencia hace su origen? No culpemos a los hijos por los actos o decisiones de los padres― probablemente era la primera vez que Daniel escuchaba palabras tan acertadas del viejo Rafa.
ESTÁS LEYENDO
Lucas
ParanormalLucas es un joven solitario y algo misterioso pero con un fuerte sentido de justicia. Una noche, al escuchar los gritos de un muchacho que al parecer está siendo torturado en un viejo edificio e intentar rescatarlo, se enfrenta a un demonio; este ac...