9

1.3K 134 0
                                    


Llegué a mi lugar secreto. Estacioné el auto y me paré junto a él a esperar al rey de Roma.

Unos segundos después su auto se detuvo junto al mio. Y lo divisé caminando hacia mi.

No nos dijimos nada, solo nos observábamos.

-¿Que se supone que haces?- le pregunté un tanto grosera.

-¿Que se supone que haces tú? Estamos en medio de la nada, ¿ por que nos detuvimos aquí?- Dios!!

-¿Disculpa?..Nadie te dijo que vinieras y que más da que hago aquí, no es de tu incumbencia.-le reproché.

-De la manera en que me saludaste creí que todo estaba bien entre nosotros..- Dijo sínico.

-¿ Por que deberíamos de estar bien?- pregunté curiosa.- además, solo fui amable.

-Nunca te pedí que lo fueras si no querías.

-Justin, arruinaste mi vida, la arruinaste por completo!!. Luego vienes te apareces como si nada y ¿pretendes que todo esté bien entre nosotros?. Disculpame, pero eres bastante sínico.- me desahogué.

-Solo trato de arreglar las cosas.-dijo aun en su tono calmado.

- Y yo trato de olvidar que pasaron. -dije y empecé a caminar cuesta arriba por la montaña.

-Aun no hemos terminado de hablar..-me reprochó caminando detrás de mi.

-Yo si.

-Pero yo no.-insistió.

-Es tu problema.- dije restándole importancia a mi compañero de peleas.

-Es de ambos.-eso fue suficiente para hacerme detener.- ambos la estamos pasando mal, Sam. - continúo.

-¿Cual es tu problema? Aparte de todos los que obviamente tienes.-dije cruzandome de brazos.

-Y según tú, ¿Que problemas tengo?- dijo imitando mi acción.

- 1.Siempre andas desapareciendo.
2. Cuando regresas siempre quieres "arreglar las cosas" o simplemente fingir que nada pasó. Y 3. Cada vez que regresas de tu desaparición constante, siempre piensas que aun te sigo queriendo o que muero por ti.- tal vez sea así. Pero no dejare que lo sepa.- si tu la estas pasando mal, es tu problema, no mío. Yo me casaré y seré feliz..SIN TI!- LE aclaré.

-¿Eso es lo que quieres?- preguntó no muy convencido. Tengo que ser mas convincente.

-Si.- dije cortante.

-Bien. Luego de tu boda, prometo que no volveré a molestarte. Es más, lo juro.-dijo y se fue por donde vino.

Hice lo correcto. Hice lo correcto y no me arrepentiré.

Seguí mi camino y llegue hasta el mirador. Ahora si estoy en paz.

Querido Desconocido:Where stories live. Discover now