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Luego de un rato ya era de noche, decidimos quedarnos a dormir en la casa de la playa, pasaríamos el fin de semana allá, después de todo es viernes. Mamá siempre insistía en que tuviéramos ropa en cada una de nuestras propiedades, por si pasaba alguna emergencia, mis hermanas y yo siempre nos quejabamos por eso y ahora estamos agradecidas..

Los chicos se habían ido a la casa y Justin y yo aun estábamos en la playa.. Todo estaba iluminado solo por la luz de la luna, ya que las casa estaba un poco apartada de donde estábamos.

-¿Quieres nadar?- me preguntó rompiendo el silencio.

-¿Es en serio?- pregunté sin creer lo que decía, era de noche y puedo jurar que esa agua estaba congelada.

-¿No quieres? Yo lo haré.- dijo empezándose a quitar la ropa hasta quedar solo en boxers.

Lo pensé unos segundos pero al final asentí.

Me quite la ropa y quede solo en ropa interior. El ya estaba en el agua. Entré despacio y juro que cuando salgamos mataré a Justin por hacer esto.

-¿ves? No esta tan mal..- dijo temblando un poco y yo empecé a reír como loca.- No te rías.- dijo lanzándome agua a la cara.

Pare de reír y le lancé agua, pero empecé a reír de nuevo cuando vi que tragó el agua que le lancé.

Casi no veía nada por la risa. Sentí como algo estaba debajo de mí y me levantaba. Era Justin y yo estaba sobre sus hombros.

-¿Ahora que se supone que harás? ¿Caminar conmigo por toda la playa?- pregunté sin saber lo que iba a hacer.

-Pues.. No. Esto es mejor.- dijo y me dejó caer de espaldas en el agua.

-Justin!!- grité quejandome una vez que subí a la superficie.

Me arrojé sobre él e hice que se hundiera.

-Sam!!- me llamó limpiándose la cara.

Empecé a arrojarle agua y el empezó a hacer lo mismo. Hasta que resbale con la arena mojada bajo mis pies, y justo antes de caer el me agarró y evitó que me tomara toda el agua de la playa xD.

Estábamos tan cerca. Nuestras respiraciones podían mezclarse y la verdad, ambas estaban agitadas. Nuestros pechos chocaban y nuestras miradas no se separaban la una de la otra. Tenia todo el cabello pegado debido a lo mojada que estaba y el cabello de él estaba todo alboroteado.

-Eres hermosa..- dijo en un tono casi inaudible. La verdad lo dijo más para él que para mí.

No aguanté más y lo besé. Su mano derecha estaba en mi nunca jugando con mi cabello, y la izquierda estaba navegando por toda mi espalda y la acariciaba con tanta delicadeza que me sorprendía. El beso era lento y tierno. Sus labios carnosos me volvían cada vez más adicta y me llevaban casi al borde de la locura.

Me levantó, dejando a mis pies alejados del suelo y mis piernas estaban enredadas en su cintura, y me abracé a su cuello.  El beso se intensificó y era más rápido. Juro que este hombre me vuelve loca. Me aferró más a su cuerpo como si temiera a que me fuera a apartar de él, me pegó mas a su cuerpo como si aún hubiera algún espacio que nos separase.

Mis labios ya estaban hinchados por el beso, pero no me importó. Mordió mi labio inferior y lo soltó lentamente. Nos separamos por falta de aire, pero apenas los labios, porque aun seguimos aferrados el uno al otro. Nuestras respiraciones eran agitadas, no decíamos nada, solo nos miramos durante unos escasos segundos.

-Me encanta como besas.- dijo después de unos segundos, aun manteniendo su tono ronco y bajo.

No pude evitar sonrojarme, o mejor dicho sonrojarme más de lo que estaba.

Querido Desconocido:Where stories live. Discover now