Paralelo

Pecio

    Sí, era un templo antiguo que daba la rápida impresión de que hace miles de años fue víctima de una catástrofe natural y finalmente sumergido a las profundidades, pero un no sé qué me decía que más que sumergido fue convertido en un pecio.

Dudaba de cómo había llegado allí, pero de algo si me encontraba irrevocablemente segura, existía una mágica sensación de vida ''eterna''. Una especie de Inmortalidad dentro del templo. Algo había en ese jodido lugar que me hacía pensar que nada me destruiría, y que cualquier cosa que viera allí dentro estaba en el justo equilibrio de lo verdadero y lo irreal –Yo no sabría el momento en que debía diferenciarlo, a pesar de gozar y admirar con detenimiento cada momento irrazonable de la situación; aparte de eso tenía metido entre cejas el juicio de tampoco querer sentirme engañada-.

>> ¿Cómo saberlo? ¿Cómo podía estar completamente segura de que lo que me rodeaba era una total irrealidad, o a cambio de eso fuera ésta la verdad absoluta?<<

Una segunda voz en el lugar apareció. Y me dije si es que yo ya estaba totalmente paranoica. -o para no llegar a los extremos podría justificarme creyendo que la salinidad del agua me estaba afectando-.

Era la mía; sí, mi propia voz. Tengo un coloquio en la cabeza, uno de preguntas y respuestas.

En mi cabeza pero a la misma vez fuera de ella, como si alguien más estuviese allí, imitándome. No me causo el mínimo temor, puesto que apareció serena y de una forma fulminante con la respuesta que anteriormente me había planteado.

— Es tu verdad. Me dijo.

— -¿O acaso me lo he dicho yo misma?-

— Quizás.

He quedado absorta, pero satisfecha de saber que ahora he comenzado a entender la presencia.