× diez ×

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Han pasado días y Abel no se reporta.
Faltó a clases y eso ha sorprendido a Abby. Ya lo esta conociendo mejor. Abel le contó sus problemas y ella los suyos. Una muestra de confianza surgió entre ellos y eso permitió que Abby tuviera la mejor compresión hacia él.

Veo que no entiendes. Mantente lejos de él. No sabes en lo que te estás involucrando.

Abby lee una y otra vez el mensaje que le ha llegado a su celular. Se está cansando. ¿Quién es ese anónimo que le esta escribiendo tantas incoherencias? No sabe a lo que se refiere. Mucho menos a quién.

Al salir de clases, pasa a dejar algunos libros que no necesita en su casillero. El pasillo está vacío. No hay rastro de ninguna persona, excepto de una. Está frente a su casillero y su cabeza se mantiene cubierta por una capucha negra.

Abby se acerca.
El hombre siente sus pasos pero no voltea y deja el sobre caer al piso y corre.
La chica trata de descifrar quien es por como corre y por el aspecto de su espalda.

Pero nadie se le viene a la mente.

-Es él. El de los mensajes.

Envueltos en cicatricesWhere stories live. Discover now