Capitulo 13 Una novia fugitiva.

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Capitulo 13 Una novia fugitiva.

Frunzo el ceño viéndole sin comprender la situación, yo estoy aquí para evitar una boda y ahora resulta que cambiaron al novio, no es que me queje, cualquier otro sería mejor alternativa pero... yo lo que quiero es evitar la boda. La cuestión aquí es saber primero quien será el novio, luego veré como lo convenzo de encontrar la forma de hacer desistir al Rey, un hijo conoce bien a su padre... poso la mirada en los Príncipes tratando de llegar a la respuesta por mí misma.

―¿El Delfín? no.. él ya tiene esposa, entonces ¿El ¿Cuarto Príncipe? Lo dudo, según Jenny soy mayor que él y el Príncipe Menor ya tiene esposa entonces... ¡Oh Dios mio! no puede ser... ¿Es... El Asesino de perros?

―¿Qué? ―Inquiero bajo y con voz temblorosa, incapaz de reaccionar de otra forma ―Majestad... ―Siento como se me encoje el estómago, las manos me tiemblan, hasta siento que he perdido el color del rostro ―¿Cómo es posible que...?

―Parece que ya llegó usted a la conclusión ―Frunce los labios en desaprobación ―Ha palidecido ¿Tan mala le parece mi elección?

―Es que... ―Malísima, él me detesta ―Su Majestad debe saber lo poco cordial que somos...

―Sé perfectamente querida niña, como es su relación con mi tercer hijo.

¡Oh sagrado Dios!

―¿Qué ha dicho? ―Padre parece alarmado, sorprendido y para qué negadlo, horrorizado.

―¡¿Qué?! ―Pero es la voz del Príncipe la que supera los grados de sorpresa para esta tarde ―Su Majestad... ―Intenta decir algo una vez llega a estar de pie en medio del salón a mi lado, pero el Rey se lo impide.

―Contraerás nupcias con ésta joven.

―¡Jamas! ―Asegura desafiante, perturbado, furioso ―Eso Padre, no forma parte de nuestros acuerdos.

―¡Es una orden! ―El Rey se levanta de su trono ―Ella será tu esposa para mañana a primeras horas de la tarde.

―¿Tan rápido?

―No ―Responde el aludido completamente serio, mientras que yo por mi lado estoy perpleja, con una rara sensación en el cuerpo, quizás sea frio, tal vez calor, a lo mejor es... ―Poso la mirada en el hombre a mi lado ―Desconcierto, él me odia, estoy segura, desde que lo vi no hice más que provocarlo, ignorarlo y ser indiferente, muchas veces lo traté como a alguien más del pueblo, un desconocido que necesita de ayuda, pero jamás insistí en involucrarme en su vida, creí firmemente que con mi actitud indiferente bastaría para que el Rey se diera cuenta de que no soy adecuada para uno de sus hijos ―Trago la saliva en mi boca soltando un suspiro mientras vuelvo mi atención al Rey ―¿Quien le dio semejante sugerencia?

―Es mi decisión ―Responde el Rey Denés con firmeza, seguridad y sin dejar lugar a replicas, más su hijo se arriesga a desafiarlo.

―No lo voy a hacer, menos con ella ―El Rey mira a su hijo con detenimiento esperando con paciencia a que cambie de parecer pero no lo hace, él parece estar anclado en su palabra, cosa que por mi bien espero siga así ―No la involucre en esto... ―Sisea contenido, con las manos empuñadas y temblando ligeramente como si estuviese lleno de impotencia, furioso me mira por el rabillo inclinando su cuerpo hacia mí con dolor, uno palpable en su rostro ―No le haré eso a alguien que no me soporta...

Gimo agrandando la mirada por la impresión que deja en mi cuerpo, pestañeo posando la mano en mi pecho viéndolo con el corazón en la garganta y la respiración acelerada.

―No es una discusión ―El Rey corta con sus palabras cualquier atisbo de sentimiento en el hombre junto a mí, quien encrispado aprieta la mandíbula y cierra los ojos, respira hondo y se vuelve al Rey con una mirada tan fría que me pone nerviosa, temiendo que pueda volverse loco me alejo un poco ―Ella tiene la preferencia de su pueblo, el rumor de sus hazañas traspaso los pueblos cercanos, ya es una Dama en alta estima en todo el reino y su padre es dueño de la segunda mina de hierro más grande en todo el Reino. Será favorecedor para ti tenerla como esposa.

Incauta Azura.Where stories live. Discover now