Capitulo 20 Divina tentación.

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Capitulo 20 Divina tentación.

―¡Amira! ―La aludida sale de su habitación seguida por Zamira, quienes se quedan estáticas al ver lo que estoy haciendo ―¿Conoces a éste hijo de...?

―Azura... ―Mi joven hermana evita que termine de soltar la palabrota que bien merece se la diga al bastardo cuya oreja jalo tan fuerte que estoy segura se la arrancaré, no es que no quiera hacerlo, es más, ansío quedarme con su oreja en mi mano para enseñarle una significativa lección y que quede como advertencia a todo aquél bastardo que se atreva siquiera a dirigirle una mirada obscena.

―¿Es la Princesa? ―Pregunta el sujeto intentando deshacer mi agarre una vez más ―Alteza, no es lo que parece...

―En estos momentos soy una hermana cuidando el prestigio de mi Hermanita Menor ―Jalo con fuerza su oreja hacia abajo por lo que se pone sobre una rodilla con ambas manos sobre la mía ―¡Le voy a enseñar a respetar a las Señoritas de esta casa! ―Le doy con mi rodilla derecha en la cara después suelto su caliente oreja por lo que cae al suelo aturdido. Amira y Zamira jadean al ver que arrastro al hombre con mucho esfuerzo para sacarle de la casa ―No me importa quien es usted, pero le aseguro que Padre sabrá el atropello que ha sufrido mi pequeña hermana ¡Tendrá que usted responder por ello!

―Alteza...

―Si se atreve a insinuar algo obsceno contra Amira le corto las orejas y se las doy de cena a los gatos ¡¿Me entendió?! ―Pregunto soltándole por completo una vez esta fuera de la casa.

―Mi señora yo...

―¡No voy a escuchar una palabra suya! ―Vocifero sin controlar mi tono de voz ―Espere a Padre, sólo en presencia de él dará usted las explicaciones correspondientes ¡Ahora largo de aquí! ―Señalo la enorme puerta con la mano izquierda ―Y le advierto ―Le apunto con mi dedo índice una vez se pone de pie ―Si se acerca a mi hermana sin mi consentimiento ¡Se las verá muy mal!

Amira está debatiéndose entre la risa y la preocupación, termina ganando la risa.

―Te estaba espiando ¿Lo sabias? ―Inquiero bastante seria posando la mirada en ella, quien luce bastante serena para lo grave que es el asunto.

―No ―Responde intentando controlar los espasmos de las carcajadas ―Pero fue muy gracioso lo que le hizo al pobre hombre.

―¿Pobre hombre? ―Resoplo al no encontrarle lo de pobre por ningún lado a semejante pervertido.

―Es el primo del Tercer Príncipe, Alteza, estaba aquí para pedir en su nombre consentimiento a padre para cortejarme.

―No ―Tomo la decisión por padre, ése hombre no se ganó mi consentimiento al espiar así a Amira ―No permitiré que mi hermana menor se case con un fisgón ―Todo rastro de diversión desaparece del rostro de la joven.

―Alteza...

―Si no te respeta ahora, no lo hará cuando estés casada con él ―Le hago saber para que entienda mis motivos ―Por lo tanto mi respuesta a su petición es no.

―Azura, él no es quien...

―Lo siento Amira, no cambiare mi decisión ―Suspiro al verla tan apenada ―Encontrarás a un buen hombre hermana, él no se merece a alguien tan valiosa ¿De acuerdo?

Asiente no muy convencida, hace una mueca y respira hondo.

―Nunca le había visto tan molesta Azura. Fue realmente gracioso ver como le sacaba de la casa, los sirvientes estaban tan sorprendidos que tardaron un rato en reaccionar.

Incauta Azura.Where stories live. Discover now