La Niñera De Los Hermanos Evans

BIENVENIDO PAPÁ

Capítulo 15

Bienvenido papá

Llego muy apurada al departamento, tengo todo planeado y necesito poner a Jay al corriente. También voy por algo de ropa y otras cosillas que pueden ayudarme con mis mentiras.

—Buenos días Alex —Dice Jay, pongo los ojos en blanco.

—Creo que prefiero que me llames Alexa —mencionó, tomó una taza y me acerco a la cafetera mientras dejo mi bolso en uno de nuestros pequeños sofás.

— ¿Va todo bien? —al oír la pregunta trato de restarle importancia al asuntó, aunque Jay no se imagina que su "apodo" me recuerda al chiquillo.

—Claro, simplemente me gusta escuchar mi nombre completo —pésima excusa.

—Como quieras "Alexa" Por cierto. ¿Cómo siguió Thomas?

—Mejor, ayer llegamos a la mansión muy tarde. Por eso tuve que pasar la noche ahí.

—Tu ausencia me favoreció. No entres a mi habitación, podrías llevarte una sorpresa.

Hablando de sorpresas.

Recuerdo entonces que tengo que decirle que el asunto de mi padre está prácticamente solucionado; Cristina me ayudo a planearlo todo. Esa chica es tan inteligente como bonita, ahora entiendo porque cierta persona parece estar flechado por ella, aunque en nuestro grandioso plan sólo falta un pequeño detalle, esconder a los trillizos y a un problema mayor.

— ¿Tienes libre el fin de semana? —pregunto, Jay toma asiento en la alfombra de la cocina y frunce el ceño.

— ¿A qué viene la pregunta?

—Mi padre viene mañana—trato de no parecer inquieta por lo que eso significa.

Jay forma con los labios un ¡No! Y en su rostro se refleja el pánico.

—No te preocupes, esta todo solucionado, sólo tengo un pequeño problema.

— ¿Problema?

—Los señores Evans saldrán de viaje este fin de semana, tendré la casa a cargo.

La mirada de Jay cobra sentido y por su sonrisa creo que ha deducido mi plan. Como si me leyera la mente.

— ¿Adelina y Cristina están de acuerdo?

—Cristina me ayudo a planear todo, su abuela no estará hasta el lunes por la mañana.

—No digas más, podemos decir que los trillizos son mis sobrinos y que los cuidaremos por el fin de semana.

—Es una buena idea, además tengo que sobornar a los trillizos para que finjan. Le daré veinte dorales a cada uno.

—Yo pediría cuarenta —río por lo bajo al escuchar el comentario de Jay.

—Recuerda que tendrás que fingir estar locamente enamorado de mí.

— ¿Subestimas mi poder de actuación? -- dice ofendido, yo le doy un pequeño codazo en el estómago.

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Estoy arriesgando mucho mi trabajo, tomar la casa prestada de alguien para usarla por motivos personales no es del agrado de ninguna persona, en especial cuando se trata de una mansión.