Antes de Partir | Larry Stylinson

Un gusto conocerte

Louis ingresa al hospital solo, como lo hace siempre ya que le había prohibido a su madre acompañarlo (y esta no podía hacer nada porque su hijo ya tenía 25 años), y sube las escaleras hacia el segundo piso. Un año atrás las habría subido corriendo como si fuera algo divertido, pero en ese momento no tenía las fuerzas suficientes.
Echa un vistazo a los carteles que hay en las puertas de los consultorios y a los rostros de las personas, y camina lento a sentarse al lado de un chico de rizos aunque hubiesen muchos más asientos vacíos para elegir.

"Hola" Le sonríe al joven de cabello color chocolate quien está de brazos cruzados y mirando hacia sus propios pies.

Este le echa un vistazo y vuelve a correr su mirada. "Hola" Hablaba seco y sin expresión.

Louis se sentó más derecho y lo miró de soslayo, estudiándolo para ver cómo comenzar una conversación. "Y entonces...¿qué es lo que tienes?" Louis sabía que iba a causar una mala primera impresión, pero no le importaba. ¿De qué otra cosa se podía hablar en una sala de hospital donde todos estaban realmente enfermos?

El muchacho se giró hacia él con cansancio. "¿Acaso no es obvio? ¿No leíste el cartel en la puerta de ingreso a esta sala?" Louis no había leído una mierda, sólo no quería seguir subiendo escaleras así que se había metido al primer piso.

"En verdad lo siento, creo que me confundí de piso" El de ojos verdes lo miró una vez más con cara de pocos amigos para luego cruzarse de brazos. "Y...¿te queda mucho tiempo?" El aludido se giró y lo vio con disgusto.

"¿Qué mierda te pasa?" Se alejó un poco de él pero sin cambiarse de asiento. "No puedes hacer esas preguntas"

"Sí que puedo" Respondió Louis con el descaro que lo caracterizaba. "Por ejemplo, mi docto dijo que me quedan 5 meses o 5 años" Negó con la cabeza y luego soltó una risa en seco. "¿Puedes creerlo? Es un idiota. ¿Qué clase de diagnostico es ese?" Ahora el desconocido le prestaba atención. "No sé si festejar o ponerme a llorar y a escribir cartas de despedida"

"Mi doctor no me dijo cuánto me queda, sólo que necesito un trasplante de corazón, y si es pronto, mejor" Y Louis cerró los ojos y se lamentó profundamente porque se notaba en sus ojos que ese chico no quería morir.

Habían quedado callados por varios minutos, pero el ambiente en vez de empeorar se hacía más ameno. Louis se giró hacia él y le ofreció la mano en un saludo cordial. "Me llamo Louis, y tengo cáncer de pulmón" Se presentó como si fuera un grupo de auto ayuda. "Un gusto conocerte"

El de rizos sonrió cabizbajo y luego aceptó la mano. "Yo soy Harry" Se humedeció los labios, carraspeó y luego siguió hablando. "Y necesito un trasplante de corazón"

Podrían haberse largado a llorar como niños en ese preciso momento, pero Louis tenía una mejor idea.

"Escucha, sé que esto te parecerá una locura, pero...yo estoy loco así que para mi es normal" Harry asintió con desconfianza y se dispuso a escucharlo. "¿Qué te parece si hacemos las diez cosas que siempre quisimos hacer antes de morir?" Una sonrisa malévola se instaló en el rostro del mayor. "Sería una gran última aventura"

"¿Las 10 cosas que debo hacer antes de morir?" Habló Harry incrédulo mientras miraba a Louis.  Harry lo miró por diez segundos para luego decir: "¿Como la película?" Louis asintió animado.

"Sí, Harry" Se acercó hacia él y le tomó la mano. "Lo que quieras, hagámoslo" Los ojos de Louis estaban puestos sobre el otro chico, pero había algo extraño en ellos, como fuera de sí.

"Estás loco" Se rió Harry, esperando que este le dijera que era una broma. "Primero, no te conozco. Segundo, no tengo dinero para hacer todo eso, y tercero- " Louis lo interrumpió tomándolo de los hombros con fuerza.

"Escúchame, Harry" Louis perdía la paciencia y el tiempo, Harry lo notó así que lo escuchó. "Primero, no voy a matarte ni secuestrarte para vender tus órganos, pero si lo haría no haría diferencia ya que morirás pronto de todos modos" Se pudo notar un cambio en la mirada del rizado. "Sin ofender" Le regaló una sonrisa rápida. "Además estoy seguro que estás cansado de oír a tu madre llorar porque no puede cambiar el destino de su pobre hijo enfermo, porque a mi me sucede exactamente lo mismo" Sentía como si Louis le estuviese vendiendo un producto, su tono de voz era el mismo que el de los comerciales que intentan venderte lo que sea como sea. Sin embargo, asintió lentamente. "Y también estás harto de llorar cada noche y despertar con la ilusión de que todo haya sido una puta pesadilla. Así que nadie se enfadará porque dos enfermos terminales hagan una locura. Nadie te dirá nada si te vas para ser feliz por unos días antes de que todo termine" Y Louis parecía tan seguro que no podía entender cómo se le había ocurrido eso sólo unos minutos atrás cuando lo conoció. Harry intentaba pensar por qué quería hacer eso y más aún por qué lo había elegido a él. Quizá si fuera de otra forma, en otro momento, se lo habría cuestionado un poco más. 

"¿Pero el dinero?" Lo miró con preocupación y confusión, pensando en la idea de irse con un extraño a cumplir sus últimos deseos.

Louis le sonrió cómplice. "No te preocupes por eso, mi padrastro tiene mucho dinero y lo odio, así que le robaré las tarjetas de crédito" Sonrió como si fuera pan comido, y así le trasmitió seguridad a Harry. Y un poco de miedo.

El menor lo quedó viendo a los ojos por un rato largo, estudiándolo para ver si notaba que mentía. Pero no descubrió nada en él que no fuese sinceridad y desesperación. Y Harry no podía entender cómo si quiera estaba considerando la posibilidad de hacerlo, mucho menos en que quería hacerlo. Sintió algo de alivio al convencerse a sí mismo de que no tenía nada que perder, de que se merecía perder un poco la cordura.

"Está bien" Louis gritó un 'sí' pero en silencio. "De acuerdo, lo haré"

Parecía una locura, y tal vez lo era. Louis simplemente había entrado a la vida de Harry de casualidad, escogiéndolo entre tantas personas. Sí, ninguno tenía mucho (o nada) que perder. Louis estaba desesperado por sentirse como una persona sana, y Harry sólo quería saber si podría saborear un poco de felicidad por última vez.

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No estudié medicina ni nada por el estilo. Esto es un fanfic y no voy a ponerme a investigar todo sobre el cáncer, así que si alguien ve que algo no tiene mucho sentido, entiendan que es una historia inventada. No tiene por qué ser como en la vida real. Si ofendo a alguien, pido disculpas. Si quieren corregirme algo sobre las enfermedades, pueden hacerlo, pero repito: es sólo un fanfic, no una tesis. 

PD: este fue como una introducción, los demás van a ser más largos.