Capítulo 1.

2K 113 3
                                    

Tengo más de quince minutos viendo el mismo paisaje: Calles abarrotadas de personas que caminan sin preocupaciones, todos y cada uno se dirigen hacia su destino por muy importante o hasta sin importancia que sea. Veo por la ventanilla a las familias que salen durante el fin de semana a despejarse, a comprar cosas innecesarias, niños que caminan con sus padres de la mano.

Toco el claxon porque alguien en una motocicleta se cruzó en mi camino, el tráfico sigue igual que hace quince minutos. Nada puede ser peor que estar atrapada en el tráfico de la ciudad.

Incluso pareciera que la población ha aumentado desde que me fui hace dos semestres o ¿sólo soy yo? Bueno, quizá sea porque las vacaciones pasadas las pasé en casa de Ethan y desde entonces no había regresado a mi casa.

Los autos comienzan a moverse pero justo en el momento que estoy sólo a un par de autos detrás, el semáforo cambia a rojo. Vaya suerte la mía, ahora son cinco minutos que debo volver a esperar hasta que vuelva a cambiar de color.

Regreso mi atención a la ventana, ahora se miran más personas que la última vez que vi. Nunca entendí porqué los veranos hacen a la gente salir de sus casas, especialmente a centros comerciales. El calor es insoportable como para estar afuera, bajo el sol, pero pareciera no importarles que-

Una silueta familiar camina por la acera, está de perfil por lo que no puedo asegurarme que sea él. No lo creo, quizá sólo sea mi imaginación, quizá lo estoy trayendo al presente pero ¿justo ahora? No había pensado en él desde... ¿desde cuándo?

No hay duda que esa es su forma de caminar, tan relajada como siempre, su postura es la misma para estar de perfil, lo noto y me estremezco al pensar que está cerca después de todo.

Sigo su caminar con la vista, camina hasta que se pierde en el montón de personas que caminan por la misma acera. Observo aún cuando ya desapareció por completo. Un claxon suena y me sobresalto por el susto. Regreso mi atención adelante y el semáforo ya está verde de nuevo.

Supongo que es mi imaginación solamente, quizá es alguien que se parece a él pero solo de perfil. Es casi imposible que yo haya vuelto a ver a Daniel a tan pocos pasos de mí.

Después de salir del centro de la ciudad, todo se vuelve más tranquilo. Los barrios se ven más cercanos, conduzco despacio porque no todos los días vengo por aquí y porque...

La misma figura está caminando por la acera. No, no puede ser el mismo chico, quizá sí estoy alucinando, quizá es el cansancio. Vuelve a desaparecer por una esquina y no lo veo más. Cuando llego, aparco frente a mi casa.

Salgo del auto y me dirijo hacia el maletero para sacar mis cosas, camino unos pasos cuando mi teléfono suena, tomo la llamada y escucho a Ethan decir:

-¿Ya llegaste a casa?

-Hola Ethan, ya te estoy extrañando ¿Cuándo vuelves?- le digo sarcásticamente.

-Oh, lo siento amor. Sólo me preocupé porque prometiste llamar cuando llegaras.

-Lo siento por preocuparte pero el tráfico durante el verano es horrible,  estuve más de media hora esperando mi turno para pasar- se ríe desde el otro lado y dice:

-Solo me alegro que hayas llegado a salvo.

-Mi hermano te estuvo diciendo lo mismo sobre cuidarme ¿cierto? Creo que voy a tener que hablar de nuevo con él cuando lo vea; por cierto ¿Cuándo vendrás por mí? No quiero quedarme todo el verano sola.

-Sólo serán como dos semanas, te lo prometo. Cuando esto termine iré a casa de tus padres por ti. He visto que rentan algunos departamentos por aquí ¿sabes?

Sólo una vez más.Where stories live. Discover now