Espera

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Una bella joven yacía en la cama de un hospital debatiéndose entre la vida y la muerte, su cara pálida y demacrada dejaba ver lo que escasamente pareció ser una mujer sumamente hermosa, grandes bolsas debajo de sus ojos hacían que estos se vieran opacos, esos hermosos ojos verdes ya estaban cansados y no tenían brillo, ni hablar de sus delegados labios, que aparentemente en algún momento estuvieron hidratados y de un color rosa, y que ahora solo estaban marchitos, sin vida, sin color, como ella misma.

Ella es Mairé Rosseti, una mujer a la que el cáncer decidió visitarla y que desde hacía dos años estaba batallando ferozmente con él, pero desde hace seis meses había decidido dejarse llevar lentamente, pero no porque no quisiera vivir sino porque el amor de su vida la había abandonado.

Su amor de la infancia, de la adolescencia con el cual tenia cinco años de casados se había ido sin decir nada, nadie sabía dónde estaba y las razones por la cual decidió abandonarla aun mas en ese estado, ella sabía que él está bien porque recibió un mensaje de su parte que solo contenía unas breves palabras "Querida Mairé discúlpame"

En estos seis meses David no había respondido a ninguna de las llamadas que Mairé la había realizado, ni tampoco las de su familia, ella no había querido decirle a través de un mensaje que había recaído nuevamente y se encentraba en el hospital, las esperanzas de la mujer de que su amor regresase seguían vivas

El vendrá, el regresara, ya verán que él me llamara, no se preocupen de verdad, yo estoy bien, el estará conmigo y todo será como antes...

Eran las palabras que repetía para su familia y para ella misma.

Así pasaron los días y David no llamaba, no se aparecía por el hospital y mucho menos regresaba a los brazos de Mairé, el cáncer comenzaba a ganar más terreno y la dolida pero esperanzada chica aun lo esperaba, lo que no sabía es que David ya estaba en otra casa y en otros brazos unos que a según el sí podrían darle lo que tanto necesitaba, una mujer sana y que no le daría tantos dolores de cabeza.

Aquel chico no era malo, solo se había cansado de soportar tanto dolor que en realidad no le correspondía, él la quería pero desde hace mucho no la amaba, seis meses atrás ella estaba completamente bien y al parecer las células cancerígenas estaban desapareciendo y por esa razón decidió marcharse, sabía que sufriría pero sería fuerte y saldría adelante.

Pero no fue así...

Mairé murió dos meses después, y sus últimas palabras y letras fueron para él, le dejo una carta donde decía

"Yo sé que regresaras, yo lo sé, y cuando lo hagas veras que te ame hasta mis últimos días, créeme que te entiendo y no te juzgo ni te guardo rencor, solo debías ser lo suficientemente fuerte como yo, para decirme que ya no me amabas, te deseo toda la suerte con tu nueva pareja y por favor pídele a Dios toda las noches para que te libre a ti y a ella de cualquier enfermedad"

Tres días después del funeral de Mairé, Julia su madre se encontraba en un viejo café, donde su hija solía ir, estaba sentada en la mesa preferida de la chica mirando a través de la ventana el transitar de los carros y el bullicio de la cuidad, cuando un carraspeo la saco de sus tristes y dolorosos pensamientos, era él, era David

- Julia, yo-o-yo me siento muy culpable, yo no quise dejar de esa manera a Mairé pero es que – Se notaba el arrepentimiento en sus ojos

- Ya no tiene caso David – Musita Julia con pesar

- Quiera verla y disculparme – Repica rápidamente casi rogándole a Julia que le permitiera esa oportunidad

- ¿Quieres que te diga algo? – Una sonrisa cargada de dolor pero a la vez de burla brota de la mujer –Yo sabía que estarías acá, el remordimiento de conciencia no te deja vivir David, pero antes de que me pidas verla nuevamente tengo algo para ti – finaliza mientras comienza a meter su mano en la cartera negra que llevaba acorde a su vestimenta.

- Esto es para ti – Hace un ademan con su mano con una carta la cual estira hasta David quien permanecía de pie con el ceño fruncido al no entender lo que pasaba, al tener aquel sobre blanco en sus manos procede a sentarse.

El joven tomo la carta sin comprender que pasaba, así pasaron unos segundos hasta que Julia decidió levantarse y marcharse, el aun no miraba el contenido que esta tenia dentro pero antes de la mujer marcharse, con su mano derecha le dio unos sutiles golpes en el hombro derecho a David y mirándolo fijamente a los ojos pronuncio las palabras más desgarrados para un joven que buscaba ser perdonado

Ella murió hace tres días...

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Jamás desgarres el corazón de quien te ama verdaderamente. Pero sobre todo nunca abandones a quien te necesita solamente por su condición, en esos momentos es en los que más necesita de tu apoyo.

"El que no vive para servir no sirve para vivir" – Madre Teresa de Calcuta

Piensa en ti y en tu bienestar, pero jamás pienses en lograrlo pasando por encima de otros ni mucho menos midas el dolor que según tú puedan ocasionar tus actos, ve y vela por ti pero ayuda, alienta y motiva al prójimo a seguir adelante.

Una enfermedad en una persona cercana a ti no es un peso que tú debas llevar pero es una carga que debes ayudar a alivianar. Está con el que te necesite y muéstrale tu apoyo incondicional hasta el final, porque ninguna enfermedad por más mortal que sea, le puede impedir la felicidad a quien la padece.

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Una Historia Para ContarWhere stories live. Discover now