First Love [Yoonmin]

Capítulo 12.

Yoongi llegó agotado a su casa, había estado hablando casi todo el día con Hoseok por su repentina idea de unirse al grupo de basketball de la escuela.

Para su sorpresa, no se encontró con nadie en casa. Sólo una nota que agarró al reconocer la letra de su mamá en ella.

"Hijo, tuve que llevarle algo a tu papá al trabajo.

Prometo volver lo más rápido que pueda, ten cuidado.

Ah, y no te olvides de prepararte la merienda ¿si?

No quiero enterarme cuando llegue que no merendaste adecuadamente bebé,

hay que crecer grande y fuerte.

Besitos, mamá!"

Yoongi suspiró. Su mamá estaba exagerando, ya tenía 12 años era lo suficientemente grande como para poder hacerse una merienda solo y mucho más. Dejó la nota en el mismo lugar en el que se encontraba, y subió por las escaleras hasta su habitación para sacarse el uniforme fastidioso de la escuela y ponerse ropa cómoda.

Miró la hora, eran pasadas las seis de la tarde. Lo primero que pensó fue que podía dormirse una siesta antes de que su mamá llegara, y por ende ver a Jimin en sus sueños. Le pareció la mejor idea, así que no tardó en acostarse en su cama para cerrar los ojitos y tratar de dormir lo más rápido posible, no quería perder ni un minuto en el que podía estar con Jimin.

Abrió los ojitos pero esta vez no era el vacío blanco de siempre, ahora estaba en un lugar al aire libre. No había personas, ni casas, ni animales, sólo pasto y una muy relajante tranquilidad.

Comenzó a caminar en busca de su piano, en donde también estaría Jimin. Y no fue mucho el tiempo que tardó en hacerlo, o mejor dicho, él no encontró a Jimin. Jimin lo encontró a él.

Todo se volvió oscuro para Yoongi al sentir como unas cálidas manitos tapaban sus ojitos.

-¿Quién soy?- Preguntó la linda voz, y Yoongi supo que era su pequeño Jimin.

-¡Jimin!

-¡Sí! ¿Cómo adivinaste hyung?

-¿Cómo no adivinaría? Tu voz es muy reconocible para mí.

-¿Eso es malo o bueno?- Jimin hizo un pequeño puchero con sus labios, y Yoongi quiso besar los esponjosos labios.

-Es bueno, lo digo porque tu voz es muy linda.- Jimin se sonrojó, y negó con la cabeza.

-La voz de Yoongi hyung es mejor que la mía, es profunda y muy linda.

Después de discutir por un rato quién tenía la voz más linda, Jimin y Yoongi comenzaron a caminar con las manitos entrelazadas.

-¿Y si nos sentamos allá?- Señaló Jimin con su dedo índice.

-Vamos.

Se sentaron aún con las manos entrelazadas bajo la sombra refrescante de un árbol muy pero muy alto.

Yoongi se recostó en la sombra y cerró los ojos sintiendo la calidez de la mano de Jimin. Pensó que podría estar así toda su vida y no se cansaría.

-Hyung...- habló Jimin después de un rato.

-¿Hm?

-Hoy fuiste a la escuela ¿no? ¿Cómo te fue?

-Me cansé- Yoongi respoló y Jimin sonrió, haciendo que sus ojitos se entrecerraran. -En verdad, hicieron que me cansara.

-¿Alguien?- Yoongi asintió.

-Un compañero llamado Hoseok, él hizo que me uniera a un club de basketball de la escuela. Quise negarme, pero con él es imposible, es una persona muy insistente.

-Oh...- respondió Jimin, y Yoongi supo que si sólo esa respuesta había conseguido de la boquita de su pequeño, algo estaba mal.

-¿Pasa algo?- preguntó Yoongi y sentó.

-No, no es nada hyung- volvió a sonreír Jimin, y Yoongi frunció el ceño. Jimin le estaba mintiendo.

-No me mientas Minie.

Jimin bajó la cabecita, tenía miedo de que su hyung se enojara con él por haberle mentido.

-Y-yo...

-¿Si?

-Pensé que... que estarías me... menos tiempo conmigo.- Sinceró.

-Minie...- Suspiró Yoongi, no estaba enojado. De hecho tenía razón, él mismo había pensado que estaría menos tiempo con su amor. -lo siento mucho.

Yoongi no supo que más decir, se había apoderado del lugar un silencio muy incomodo hasta que sintió un corto beso en su mejilla.

-N-no tienes que disculparte hyung. No ha hecho nada malo, si te diviertes mucho en el club con ese compañero estaré muy feliz.

-¿Realmente?- Jimin asintió repetidas veces. Y Yoongi se acercó para darle un besito en la nariz.

-Lo quiero mucho hyung.

-Yo también Minie.

Yoongi se despertó al sentir como alguien sacudía su bracito. Era su mamá, ¿tanto había dormido? La siesta se había alargado un poquito mucho.

-¡Min Yoongi! ¿Por qué no te hiciste la merienda?

-M-me olvidé.- Respondió Yoongi adormilado.

-Muy mal hijo, sólo tenías que hacer una cosa y era merendar.

-Lo siento...

-Bueno, está bien. Iré a preparar la cena, no vuelvas a dormir porque no vas a poder dormir en la noche.

Yoongi asintió, y su mamá se fue de la habitación.

¿Tanto así había dormido que ya era la hora de la cena?