11. Conversaciones extrañas y llantos.

3.3K 241 105
                                    

-A ver Géminis, te decides... -habló Capricornio sentándose al lado del rubio platinado que estaba leyendo un libro con los unos lentes parecidos a los de Harry Potter en el patio de la escuela.- Eres Malfoy o eres Potter, no puedes ser de ambas familias...

-¿Qué? -preguntó el chico notablemente confundido debido a la acusación de la chica.- No sé nada de eso Capri, me van mas las series de Netflix -alzó los hombros sin darle importancia.

La pelinegra quedó algo indignada con Géminis. No podía creer que, teniendo una hermana obsesionada con Harry Potter y todo ese rollo, no le interesaba en lo más mínimo.

-Bueno, aunque no te importe, yo diría que eres un Malfoy -sonrió la capricorniana orgullosa de su opinión.

-¿Los del lado oscuro? -dijo con una expresión de disgusto.- Lo siento Capri, me van más los buenitos -le sonrió. La chica bufó, no lo entendía.

-No te pareces en nada a tu hermana, Gem -rodó los ojos la morocha.

(...)

-El otro día Capricornio me tuvo horas haciendome ver las películas del mago ese... -bufó Acuario. Estaba quejándose con Lio, el hermano de Leo, de su amiga capricorniana.

-Me ofendes, Acuario -habló la morocha, de quien anteriormente estaba hablando, mientras se sentaba a su lado en la mesa de la cafetería.- Harry Potter es un hechicero -afirmó la morocha mirando a los gemelos en frente de ellas.

-No importa eso, hace magia lo mismo -rodó los ojos no tan contenta la rubia.- Si me permiten, iré al baño un momento -la acuariana se levantó de la mesa y se dirigió directamente al baño.

Revisó que nadie estuviera dentro de los cubículos y le puso la cerradura a la puerta. Sacó una bolsita con un contenido que parecía harina. Sí, parecía, pero no era harina en lo absoluto. Formo una perfecta línea y se apresuró en aspirarlo antes de que alguien quiera usar el tocador.

Odiaba mirarse en el espejo de los baños; odiaba sus ojeras, su mirada vacía. Odiaba su vida, y nadie podía volver el tiempo atrás, para su mala suerte.

(...)

-Quisiera ser Flash... -murmuró Piscis a Tauro. Él amaba los superhéroes.

Estaban sentados en el césped del parque que hace semanas el castaño había descubierto. Necesitaba algo de aire libre y naturaleza.

-Yo quisiera ser Súperman -suspiró la rubia.- Haríamos buen equipo -sonrió Tauro.- ¿Esta todo en orden?-preguntó su amiga al ver que él no le devolvió la sonrisa, y Piscis siempre devolvía las sonrisas.

-No lo sé -suspiró frustrado.- Últimamente estoy preocupado por mi mamá. Me he enterado por mis hermanos mayores que las quimioterapias no están funcionando, y luego de las sesiones se siente muy dolorida -habló con los ojos llorosos.

A la rubia esa imagen le partió el alma en pedacitos y lo abrazó inmediatamente como pudo.

-Quisiera ser Flash para ir a visitarla todos los días sin tener que gastar dinero, ni tardar mucho en un viaje... -le susurró el chico a su amiga dejando escapar un sollozo.

(...)

-¿Entonces estamos bien? -preguntó Gemma esperando la respuesta de su mejor amigo. Lo había extrañado todos estos días en el que él no le dirigía la palabra.

-Si, idiota, estamos bien -suspiró el rizado abrazando a su amiga.- Además, ahora somos casi-cuñados, no podemos estar en malos términos -rió.

-Lo sé -murmuró Gemma.- Ahora vayamos a ver películas -repentinamente la castaña se separó del abrazo y se tiró el el sillón de su mejor amigo con el mando en su mano.

CLICHÉ ZODIACAL ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora