Aries dejó largar un grito de frustración y aventó sus carpetas en algún lugar de la habitación. Realmente no le importaba.
Se sentía frustrado, enojado, vulnerable e idiota. Una de las razones eran sus constantes peleeas con su novia, Virgo, que a pesar de tratarla como un estúpido, ella lo apoyaba siempre que podía. Ella no era el problema para nada, él lo era, y lo admitía. Era una mala influencia para la delicadez y paciencia de ella. Otra de las razones eran sus resultados académicos, por más que quiera avanzar y concentrarse, no lo lograba. El continuo recuerdo de su madre lo carcomía. Y lo peor, lo que más odiaba, era que su padre no había asistido al funeral.
-Tienes que calmarte, Aries -opinó su amigo, Sagitario.
-Lo sé, lo sé -bufó con sus manos en la cabeza.
-Tienes mi apoyo incondicional, hermano. Lo sabes -se sinceró Sagitario, apoyando una de sus manos en su hombro en forma de consuelo.- Pero tienes que cuidar a Virgo -murmuró.- Es una buena chica, y no quieres perderla, estoy muy seguro.
-Sí, pero es muy difícil -se tapó la cara al notar que sus lágrimas caían una tras otra, sin parar.
-Chicos creo que... -entró Cáncer, sin tocar.- Lo siento, mal momento -hizo una mueca y se sentó al lado de Aries.
Sin más dilataciones, y sin siquiera hacer una pregunta, lo abrazó. Lo estrechó con tanto cariño, que Aries sintió que podía liberar sus preocupaciones con tan solo llorar en su hombro. Eso era lo que a él le hacía falta, un abrazo sincero.
Las delicadas manos de la rubia acariciaban dulcemente su espalda
-Aries, sabes que te quiero como el hermano que nunca tuve... -suspiró.- Es hora de que la dejes ir, déjala en paz.
-¿A... Virgo? -pregunto nervioso, con un nudo en su garganta. En ningún momento habían roto el contacto.
-No, tontito -rió levemente.- A tu mamá -susurró.- Es hora...
(...)
-¡Basta, no puedo más! -exclamó Germ en la mitad del entrenamiento.
Soltó un suspiro y se tiró al piso, el cual estaba cubierto con colchonetas.
-¡Todo sea por el cuerpo de Jennifer Lopez, Germ! -se unió Acuario tirándose arriba de la castaña.
-¡Me la sudas JLo! -gritó.- ¡Quiero ser gorda para toda la vida!
-Es que me dan vergüenza ajena, tío -bufó Escorpio.
-Es que sí -negó con la cabeza divertido Piscis, deshaciendose de su remera. El escorpión siguió sus pasos.
-Si te corrieras, Acu, podría ver al amor de mi vida semi-desnudo, gracias -murmuró por lo bajo para ellas.
-Escorpio es mío, perra -le propinó un codazo en las costillas, a lo que la melliza puso cara de dolor.
-Hablaba de Piscis, Acuario -dijo con falta de aire.- Creo que las clases de boxeo te estan sirviendo -llevó sus manos al lado derecho de su torso.
-Definitivamente eso va a causar un hematona, lo siento -la abrazó.- Perdón, perdón, perdón, perd...
-Esta bien, Acu -se rió.- Te perdono. Ahora propongo que nos levantemos y consigamos ese cuerpo de Jennifer Lopez que tanto quieres...
(...)
-¿Cómo estas llevando las cosas con Aries, Vir? -preguntó Libra.
Habían acordado en salir a tomar un café.
Desde que Libra está mucho más cerca de Tauro y Virgo, estaba empezando a sanar su dolor, el que tanto no podía superar.
-Bien, en la medida de lo posible -suspiró.- Esta destrozado...
-Es entendible, pasó por un momento espantoso... -murmuró Tauro.
De un momento a otro, Libra se encontraba en un trance; su mirada estaba adherida a un bebé de unos, apróximadamente, dos años. El niño le estaba sonriendo a su madre, como si fuera un ángel. El corazón de sus amigas dio un vuelco de ternura, y a su vez, se sentían melancólicas.
Desde la pérdida de Libra, evitaban ese tema como si de fuego se tratara. Estaban todos tan entusiasmados, que al enterarse de semejante noticia no dijeron una palabra en todo el día.
Libra se había decidido, cuando tenga mayor edad quería tener un hijo, no importa lo que cueste. Y si no podía, pensaba adoptar. Quizás a algunos les parezca extraño, pero ella pensaba que adoptar a un niño sin familia, era lo mismo que tener un hijo propio, incluso mejor, sería un gran acto de amor, porque no importa el físico ni la cultura, ya que el amor es algo tan simple como eso. Un sentimiento en donde las barreras y obstaculos no existen.
-Lib, ¿Estas bien? -preguntó Tauro.
-Sí -sonrió dulcemente y miró a sus amigas.- Gracias por apoyarme, chicas -suspiró mirándolas.
-No es nada, Lib. Te queremos -dijo esta vez Virgo.
(...)
Leo y Capricornio estaban en la biblioteca de la escuela, realizando algo de tarea que les faltaba.
Mientras él se concentraba en lo suyo, la chica no hacía más que mirarlo con ojos brillosos. Admiraba su perfil perfecto, tu mandíbula bien pronunciada, su ceño fruncido cuando no entendía algo. Todo de él le gustaba, e imaginae que hace tan sólo cinco meses quería estrangularlo.
Él notaba la vista de la chica en su persona, lo que causó que sonriera un poco. Antes le gustaba tener la vista de las chicas en él, pero ahora solo le importaba la de una en especial, su novia.
Capricornio pensaba que era afortunada de tener a alguien como Leo a su lado, quien pudo haber elegido a cualquiera de las chicas que se encontraban en el instituto babeando por él, incluso podría haberse quedado con Libra. Admitía que le molestaba que lo miren. ¿No sabían las desubicadas que tiene novia?
-¿Por qué tan enojada? -escuchó la voz de Leo en su oído, el cual dejo un beso en su mejilla lentamente.
-Estaba pensando, sólo eso -sonrió mirándolo a los ojos.
-Te quiero a tí, y sólo a tí -le susurró.
Ella lo miró con una sonrisa, a él se le derritió el corazón del amor que le tenía.
No esperó más y la besó delicadamente, como a ella le gustaba, como a él le encantaba hacerlo.
-Te amo, princesa. Te amo.
Capricornio en multimedia.
Siempre quise hacer un tag, no sé por qué.
Amo a Lindsey Morgan😻
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CLICHÉ ZODIACAL ✔
Teen FictionQuizás sólo sea otra típica historia del zodíaco, o quizás no. Pero eso lo van a decidir ustedes... ¿Quieres saber de qué se trata? ADVERTENCIA: La historia puede tornarse un poco pesada, ya que es la primera que escribo. Admito que no es lo mejor q...