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     Despues de aquel beso Gerard no podia siquiera mirar a Megan a los ojos, Frank se habia distanciado de ella y de cualquier mujer, ahora solo lo miraba a el, sentia sus penetrantes ojos a cada segundo poniendolo mas y mas nervioso.
     Era Miercoles dos semanas despues del beso, Gerard estaba haciendo unas anotaciones en su libreta cuando la campanilla sono anunciando la hora del receso, guardo sus cosas de la forma mas tranquila y despues salio del salon topandose con todas las miradas sobre de el... ¿Que estaba pasando? Se pregunto asimismo y despues de todas las miradas que recorrio se encontro con una... Ojos azules, llorosos, rimel corrido, Megan, lo miraba con odio y desprecio.

                   − ¡Tú! − Lo apunto con el dedo indice, se limpio la cara y despues camino a el. − Eres una maldita zorra! Confie en ti! ¿Y asi me pagas? − Pregunto molesta y despues se quedo callado no sabia que decir, era la peor persona del mundo.

                   − Yo... Uh... Megan... − Tartamudeo.

                   − Nada! Mi novio, Gerard! Era mi novio y me lo quitaste! − Sus manos golpeaban su pecho y despues un golpe en su rostro le hizo caer, y mirar todo desde abajo... Todo se habia repetido, alguien golpeandolo, y todos mirando hechandole burlas y escupiendole y... Y Frank Iero mirando todo desde la esquina, sin defenderlo... Fumaba tranquilamente un cogarrillo con una camiseta de Arctic Monkeys. Sentia las patadas sobre el las de Megan y las de sus amigas, todas sobre el...
        Minutos despues le soltaron una ultima patada en las costillas haciendole toser y llorar aun mas, y luego no escucho nada y solo cerro su ojos.

       Cuando desperto no era la escuela, ni su casa. Ese olor a sucio, viejo, y hierba le hizo creer en donde estaba, solo abrio sus ojos y lo comprobo, estaba en el apartamento de Frank, lo busco con la mirada pero nada, hasta que escucho unas fuertes pisadas acercarse al cuarto y entonces  cuando giro su rostro sutilmente para no lastimarse lo miro alli.

               − Creí que nunca despertarias... − Admitio Frank y se sento a un lado de donde el estaba acostado.
            
               − ¿Porque...

               − ¿Porque no te defendi? − Completo Frank y despues cuando el de orbes verdes asintio prosiguio a hablar. − Aun no podia defenderte... − Murmuro y despues repuso. − Aun no... − Se miraron por lo que parecio una eternidad, y entonces el mayor hablo de nuevo. − Sé mi novio... − Y Gerard quedo sin palabras.






















    FIN DEL PRIMER LIBRO

            
               

            

Cómo huesos de cristal | Frerard |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora