Capitulo 6

1.5K 155 3
                                    

Inmediatamente quite mis manos de la ventana, me gire con lágrimas en los ojos. Pues a mis espaldas se encontraba el origen de la voz, mi madre.

-¿Mamá?- dije una vez mas.

-No mires por la ventana- dijo ella.

Comencé a correr en su dirección, pero cuando mas cercas parecía estar de tocarla, más se alejaba ella. Mientras que las voces que antes me animaban a abrir la ventana, ahora se habían convertido en gritos desesperados pidiéndome que volviera. Los ignore y seguí corriendo. Pero cuando estaba apunto de alcanzarla, mi madre desapareció.

-No mires por la ventana- se escuchó una ultima vez.

Caí de rodillas y comencé a llorar. Pero donde caía una de mis lágrimas, ahí surgía una flor blanca.

Las voces de antes me rogaban que abriera la ventana. Me puse de pie y mire en dirección a la ventana, las voces me invitaban a abrirla de nuevo. Pero las ignore y comencé a caminar en dirección contraria.

Cuando me encontraba bastante lejos de la ventana, volvió a aparecer un camino de flores blancas.

"Flores blancas"

Comencé a caminar sobre las flores, pero cada paso que daba sentía un agudo dolor, había olvidado que no traía zapatos. Mire a mis espaldas y las flores blancas se habían tenido de rojo a causa de mi sangre.

El ver esto me causo un horrible dolor de cabeza, haciéndome caer.  Ahora todo mi cuerpo estaba sobre las espinosas flores blancas que con mi sangre comenzaban a teñirse de rojo.

No tenia fuerzas para levantarme, mire hacia arriba y la oscuridad comenzó a disiparse, de un momento a otro me encontraba bajo la cama de mi habitación de pequeña, recuerdo que solía esconderme ahí por diversión.

Entonces vi como la puerta de mi habitación se habría y por ella entraba alguien, al ver esos zapatos negros de vestir mi cuerpo comenzó a temblar. Tenía miedo ¿pero de que?

Solo veía como ese par de zapatos recorrían toda mi habitación, parecía que buscaba algo o alguien. Pero finalmente se fue azotando la puerta. Quise moverme, salir de ahí pero algo me lo impedía, mire mis brazos y piernas y estaban atadas con flores blancas.

Entonces alguien volvió a entrar a mi habitación. Esta vez eran un pequeño par de zapatos blancos, que se acercaron hasta la cama y se detuvieron frente a mi.

Segundos después, estaba esa extraña mujercita asomándose bajo la cama, mirándome fijamente y sonriendo.

-No mires por la ventana- me dijo justo antes de desaparecer frente a mis ojos.

De pronto la puerta se abrió de nuevo y por ella entró mi madre, reconocí su voz al instante, me estaba llamando.

Quise contestarle, gritar para que me escuchara, pero una flor me cubría la boca impidiéndome hacer sonido alguno.

Veía como mi madre recorría la habitacion, finalmente se detuvo junto a la cama. Pero no se arrodilló para verme.

-No mires por la ventana- dijo y comenzó a salir de la habitación.

Comencé a llorar de nuevo, mientras las flores me jalaban hacia abajo, comencé a hundirme entre las flores blancas.

Hasta que deje de respirar.

Ni la muerte podrá tocarte: O. E.

No mires por la ventanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora