⚘No más que yo⚘║ JungKook, tú y Jimin ║ [Editando y resubiendo]

Ep. [4]

   Hace cuatro días, dieciseis horas y veitintantos minutos que le había regalado a Jung Kook el último vestigio de mi inocencia.

   No sabía si mis múltiples dolores de cabeza y mi período adelantado eran alguna clase de consecuencia de mi inolvidable reciente experiencia. De lo que estaba casi segura es que significaba que no habrían sorpresas inesperadas. Ante la duda y acudiendo a mi sentido de responsabilidad y precaución, me realicé un chequeo médico y todo estaba donde debía estar.

   Llegué a casa tarareando. Me cambié de ropa a algo más cómodo, tiré todo mi peso sobre el sillón y estaba a punto de quedarme dormida cuando tocaron la puerta. Me levanto con pesadez, mirando con recelo el reloj de la pared. ¿Quién podía ser a las 10 de la mañana?

   Me había levantado muy temprano esa mañana para mi chequeo en el hospital y lo único que quería era dormir, comer y volverme a dormir.

   Arrastrando mis sandalias rosas con orejitas de conejo llego hasta la puerta algo reacia de abrir. Llevo puesto un pijama largo en color rosa coral y una vincha ancha de textura afelpada del mismo color para mantener el cabello en su lugar. Mi atuendo no es precisamente apropiado para visitas. Aunque los golpes se vuelven más insistentes y no tengo otra opción más que abrir.

—¡Ya voy! —grito irritada, con ánimo suficiente para balbucear maldiciones al aire.

   Permanezco estática e inmutable al principio. Parpadeo varias veces mientras observo aquellas sonrisas burlonas frente a mi.

—Te ves bien, noona —comenta Tae.

   Eso es suficiente para que mi rostro se torne de colores ante el impacto de ese cuestionable halago, aunque sabía que su intención no era hacerme sentir mal, no pude evitar ofuscarme.

—¡Demonios! ¿Por qué no me avisaron que venían?

   Quise entonces que la tierra tragara todo rastro de mi patética persona. Estaba roja de la vergüenza y enojada por su sentido del humor que me daba justo en el orgullo propio.

   Jung Kook se inclina a mi altura, con las manos en los bolsillos de su pantalón y aprecia más de cerca mi sonrojo con una sonrisa socarrona. A pesar de mi gesto ofendido me apuesta un casto beso en la boca que casi hace que me caiga sentada y luego se invita a pasar por sí mismo.

—Mianhe, noona —Hope coloca su mano por detrás de su cabeza con gesto incómodo.

—Te hemos llamado, pero no respondías el teléfono. Estábamos cerca decidimos pasar a darte personalmente una sorpresa —se adelanta Nam Joon, a modo de aclarar lo que parece ser un malentendido de mi parte.

   Los miro uno por uno con los ojos entrecerrados. Y sin disolver mi gesto acusatorio reviso el celular para comprobarlo.

   Siete llamadas perdidas: cuatro eran de Jung Kook, dos de Tae y una de Jin. Más un mensaje en Messenger de Suga confirmándolo todo. ¿Acaso me había quedado dormida? No recordaba haber cerrado los ojos por tanto tiempo.

   Ya para entonces todos me han pasado de lado y están esperándome con gestos intrigantes. Cierro la puerta mientras les miro fijamente en busca de respuestas. Están sonrientes, por lo tanto algo traman. Me acerco con pasos vacilantes y no sé porqué me siento de pronto acorralada por hienas. Solo les falta reírse a mis anchas.

—Siéntate, porque te daremos otra sorpresa —sugiere Suga, acentuando más el "otra" a modo de burla.

   De pronto el ambiente se torna serio, ya no hay rastros de burlas. Incluso se miran entre ellos sospechosamente. Sus gestos no me inspiran confianza y estoy casi segura que lo que viene no me gustará.