La suerte de ambos no está de su lado, las pistolas siempre apuntan a sus cabezas y la muerte les persigue sin descanso. No hay vuelta atrás, se han enamorado.
¿Conseguirán sobrevivir a todos sus secretos?
ADVERTENCIA este es un libro que escribí s...
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Las tres de la tarde...el día pasa rápido,quizás demasiado.
Mike y yo no nos hemos separado en ningún momento,he comido pizza en su regazo mientras él acariciaba mi pelo como si fuese un tesoro.Hemos visto una película de acción juntos,y ahora él ha ido a comprobar si el lago está en condiciones favorables.
Sé que es estúpido,pero ya lo hecho de menos.Se ha convertido en mi pilar en el último mes.Hemos ido rápido,lo sé.
¿Pero quién nos impedía hacerlo?-Nadie absolutamente nadie.Quizás no todos estén contentos con nuestra relación.
¿Pero y qué importan ellos?-Otra vez nada en absoluto.
La puerta chirría tras mí.La contemplo con admiración.
Una gran sombra negra, musculosa y alta aparece en esta dejando paso a mi criptonita.
Mike con el pelo alborotado y gotas de agua cayendo por su rostro aparece en mi panorámica de vista,dejándome un gran espectáculo ante mí.Su camiseta se pega a su trabajado torso como una segunda piel,sus vaqueros están empapados y en su cara se refleja una gran sonrisa.
-El agua está perfecta-dice rodeándome con sus brazos,empapando toda mi ropa.
-¡Iughh!-digo sacando la lengua apartándolo de mí-No tendré ropa si me la empapas.
Él sonríe de lado y no permite que me separe de su lado.
-Te he echado de menos-dice besando mi cuello,clavando su cálida respiración en mi oreja.
-Tan solo han sido quince minutos-me burlo de él,aún sabiendo que yo también le he echado de menos.
-Pero aún así...-dice mirándome a los ojos,comprobando que lo dice de verdad.
-¿Nos vamos?-le digo besando su nariz poniéndome de puntillas para alcanzarlo.
Abre muchos los ojos,y sujetando mi rostro con ambas manos besa mis labios bruscamente,chupando y mordiendo mi labio inferior.Haciendo que un gemido involuntario escape de mí.
-Como sigas así no saldremos de aquí...-dice con voz seductora y suave,simplemente irresistible.
Trago con dificultad,no quiero salir de aquí pero tampoco quiero estar todo el día encerrada.
-Como quieras...-me limito a decir reteniendo una gran bocanada de aire.
-Vamos-me sujeta de la muñeca y me arrastra,literalmente,hacia la puerta.
Coge la cesta de mimbre situada en la mesa y se la lleva consigo,junto a mí.
(...)
El sol me ciega completamente,pero la calidez se agradece.El suave y cálido viento mece mi cabello apartándolo de mi rostro.Él no suelta mi mano,sus dedos acarician los míos con suavidad y no puedo evitar sentir un cosquilleo en mi estómago.Miles de mariposas revolotean en mi interior ante sus caricias,suena cursi,lo sé.
