¿Y Sakura? {Narusasu/Sasunaru} [COMPLETADO]

Capitulo 11

Todo estaba oscuro, vacío, dentro de mi había un peso que no me dejaba respirar, una niebla densa me rodeaba, cada vez que trataba de respirar el peso dentro de mi se hacía peor, de pronto no pude estar más de pie, caigo al suelo y me retuerzo en busca de más aire, abro la boca pero nada sucede, nada entra, ¿Cuando iba a terminar esto?¿Cuando dejaría de sufrir? Al parecer nunca, no estaba hecho para atraer buenas cosas, al parecer no merecía nada.

Konoha había sido destruida mientras yo trataba de olvidar mis estupidos sentimientos, cuando pude haber luchado contra quienes nos atacaron.

Akatsuki.

Esa palabra me llenaba de furia, ellos eran los que habían destruido todo lo que conocía, pero más furia me tenia hacia mi mismo, rencor y frustración, si hubiera estado aquí por lo menos no me sentiría así porque habría podido ayudar a impedir que destruyeran mi aldea, en la que nací, en la que todo el mundo creció, en donde recuerdos se formaron, en donde muchos murieron para protegerla y ahora estaba hecha cenizas.

Sentía que la culpa me ahogaría.

Y ahora estaba corriendo sin aliento hacia el refugio, hacia la zona de heridos, corría como si mi vida dependiese de eso y de cierta manera lo sentía así, mi corazón latía a una velocidad que no podía creer posible, mis ojos me ardían pero nada salía de estos, no tenia derecho a llorar, yo más que cualquiera porque no había hecho nada por lo que mas amaba.

La zona de heridos estaba llena de gente en camillas y enfermeras corriendo de aquí para allá para atender a todos, eran tantos que no podía siquiera tratar de contarlos, estaban tendidos en todas las superficies planas que estaban cerca, tanto movimiento me hizo sentir peor, más ansioso y preocupado.

Mi mente me pedía a gritos que fuera más rápido pero no podía, quería con todo mi ser pero también tenía de lo que podía ver, no iba a soportarlo, si ahora me sentía desesperado iba a ser peor si encontraba algo grave.

Me detengo contra mi voluntad, lo podía ver, lo podía ver, allí estaba, mi corazón se estruja, coloco mi mano sobre mi pecho, me faltaba el aire, ¿Que estaba haciendo? Empiezo a correr otra vez, logro alcanzar la zona de heridos, esquivo a las personas para llegar hasta su lugar, no podía detenerme, un par de enfermeras tratan de determe pero no las dejo tocarme, llego a su camilla y mis ojos analizan toda su figura llena de sangre, heridas graves, un vacío se apodera de mi interior, desesperación es lo único que siento.

Cuando estoy a punto de abrir la boca para soltar las palabras siento unos brazos duros sostenerme por detrás y hacerme una llave, suelto un alarido, con fuerza me tira al suelo boca arriba, mi cabeza se golpea contra algo y mi vista se vuelve borrosa, mi respiración es agitada y superficial, me retuerzo.

-Ya dejalo -escucho que alguien dice-, Sakura.

Mis ojos se cierran contra mi voluntad y me adentro hacia una oscuridad espesa.

Yo no era mucho de soñar, más que eso tenia encuentros con aquella bestia en mi interior, con el demonio al que estaba encadenado, era un lugar extraño, sin mucha iluminación, él estaba encerrado en una cárcel demasiado grande, yo a su lado no era nada. A veces no decía nada y parecía que ni siquiera estaba allí por lo que me quedaba callada y a los minutos oía un pequeño ruido y me tranquilizaba, ¿Era posible que salgase de allí? No lo sabia, no había algún manual ni nada parecido sobre como era todo esto de poseer un demonio dentro de ti, con el paso del tiempo me enteré que yo no era el unico, que habían más como yo, algunos eran alabados, otros, como me había pasado a mi, eran detestados por su aldea y los aislaban, Gaara era uno de esos, de los que me entendía, él había sufrido como yo pero no había nada que lo motivase a ser más que ese "monstruo", no hasta que conoció a personas que lo empezaron s valorar y a querer, yo entre ellos.

Hoy parecía que no estaba, o por lo menos no quería hablar conmigo porque lo único que se escuchaban eran mis pisadas en el agua, mi cabeza era un enredo de pensamientos negativos, mi pecho pesaba y no me dejaba respirar, también habían unos pequeños dolores, que aunque eran pequeños dolían, en la zona de mi corazón. Mis amigos... Todos debieron de haberse sentido impotentes cuando Konoha fue destruida.

Akatsuki.

Itachi, ¿Estuvo él aquí?¿Lo vio Sasuke?¿Que pasó entre ellos? No lo sabía y no había manera de que fuera a preguntar, no después de haberlos dejado.

Tenían todo el derecho en odiarme, me lo merecía.

Golpeo el suelo con fuerza, Jiraiya lo sabía y no me lo había dicho -¿Como pudo ocultarlo? Su aldea estaba siendo destruida y prefirió ocultarlo con la estúpida excusa de que yo me descontrolados y asesinaría a gente inocente, que no sólo ponía en peligro la salud de todos sino la mía también, había un limite y él no sabia si podría parar. Grito mientras doy unos golpes más, hubiera preferido estar allí a que ignorar a todos, porque eso hice, les di la espalda a pesar de que yo no sabia que lo estaba haciendo.

-No merezco vivir... -digo entre dientes, siento un leve chapoteo, levanto el rostro y miro hacia el interior de la celda, unas ondas pequeñas de agua venían hacia mi, espero unos segundos y escucho un gruñido profundo, era él.

Intento buscarlo con la mirada pero se me hace imposible, o estaba muy oscuro o él estaba lejos.

-Eres patético -más que una voz era un gruñido grave.

Probablemente eso era cierto.

Él no dijo nada y yo tampoco, nos sumimos en un silencio y poco a poco empecé a recobrar la conciencia.

Sentía un peso sobre mi pecho, el peso de un cuerpo, no de mi culpa, me remuevo y siento como este se tensa, se levanta, liberándome y se queda en silencio, abro los ojos y veo a Sakura, frunzo el ceño, ella estaba llorando, ¿Por qué?¿De odio? Me mira y se cubre la boca con la palma de su mano, más lágrimas salen de sus ojos.

-Lo siento, lo siento, Naruto -dice ella y me abraza con fuerza, me queso sin aire, ella me suelta a los segundos.

-Yo.. -intento decir pero ella me calla.

-No digas nada... solo abrazame -dice y se vuelve a acercar a mi, esta vez rompiendo en llanto.