II

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Querido chico de la guitarra:

Hoy te he visto con una chica de estatura media, castaña, no sé quien es, me hez imposible saberlo ya que siempre estás rodeado de grandes multitudes de ellas pero ella no era como las demás que sólo te hablan y se van, esta chica andaba como tu perrito faldero es decir vuelta que dabas, vuelta que ella daba detrás tuyo lo cuál me ha dado celos tal vez, sé muy bien que no tengo ningún derecho a sentir eso por que tú no sabes de mí y aparte no somos nada, así que tal vez eso sea un poco descabellado ya que tan solo ayer te ví por primera vez, pero hay sentimientos que no se pueden evitar y creo que ese es uno de ellos, esperó y con esto se haga notar mi molestia aunque como lo dije antes eres libre de hacer lo que quieras ya que no soy nadie en tu vida

Atte:*******

Al llegar a su casillero en busca de unos folletos para su clase de historia, se percato de que había una nueva carta y que además era de la misma chica del día anterior, la leyó en su mente y le disgusto saber que ahora una chica que él ni conocía estuviera celosa de Abril, no entendía lo que pasaba con dicha chica ¿qué es lo que le pasa?, se preguntó a si mismo, o sea no somos nada, ni tan siquiera nos conocemos, además no tengo porque darle explicaciones a alguien que no conozco, al fin y al cabo es mi vida y hago lo que quiera con ella, no me importa los sentimientos de una loca celosa, aparte prefiero a Abril antes que a alguien que no conozco que no es capaz de expresar sus sentimientos frente a mi y sobretodo que solo lo puede hacer por medio de papel y me reclama porque vivo mi vida, no es que eso sea malo, cada quien con su forma de   expresarse, pero al parecer no tiene personalidad ni la valentía suficiente, es una inmadura como todas las demás —pensó
—¿Por qué ese cambio de ánimo tan repentino? —preguntó, el chico de cabello castaño oscuro con preocupación en su rostro

—Nada Esteban, es solo que hay una chica que ayer me dejo una carta en mi casillero y hoy también lo hizo y ahora me sale con que esta celosa y eso — dijo el rubio disgustado

—¿Qué?... ¿al menos la conoces? —preguntó interesado

—¡No, claro que no, ella solo dice que me ha visto y todo eso pero no sé quien demonios es! —exclamó rodando los ojos

—¡Ya veo, siendo así entonces no tengas cuidado, ella sabe a que esta jugando y en todo caso tú eres el menos culpable! —dijo mientras tocaba el hombro de su amigo

—¡Eso esperó! —sonrió

—¡Yo en su lugar no me haría esperanzas y menos conociéndote, porque aunque tengas esa cara bonita y ese buen físico conociéndote más a fondo eres un maldito! —dijo riendo

—¿Tenías que salir con tus cosas sin sentido? —dijo mirando hacia otro lado

—Hahaha

—Por el amor a Dios, mejor ya caminemos que llegaremos tarde y el viejo nos pondrá la ausencia de hoy! —anunció para empezar a caminar

—¡Sí, vamos!

El chico de la guitarraWhere stories live. Discover now